Asignaturas macroeconómicas pendientes ante el alejamiento de Arce Catacora

 

arce catacora se aleja del cargo

Estas son algunas consideraciones preliminares sobre la macroeconomía boliviana ante el alejamiento de Arce Catacora. Como decía Milton Friedman, uno de los más grandes errores es juzgar a las políticas y programas por sus intenciones, en vez de sus resultados.

La economía antes de la primera caída petrolera de 2009

– Se pensó que se estaba implementando un nuevo modelo, pero no tuvo nada de novedoso ralmente. Es la arquetípica Industrialización por Sustitución de Importaciones, economía cepalina de libro, estímulo de demanda agregada (consumo, gasto, endeudaminto y proteccionismo nacionalista, y no ahorro, inversión y apertura) que desde un inicio se sabía que tarde o temprano tendría inevitablemente el mismo final desastroso: una economía sobrendeudada que no genera valor, donde el Estado ha fortalecido su rol de mal asignador de recursos con criterios única y exclusivamente políticos, y que al prescindir de los mecanismos propios del mercado, se ha cometido e inducido a cometer errores generalizados de inversión, cuya correción será muy difícil de calcular.

– Se obligó al conjunto de la población a correr con el mismo riesgo de depender de la cotización típicamente volátil de muy pocos productos de exportación, sacrificando la rentabilidad de aquello que desde lo privado tradicionalmente se producía de manera competitiva, para incrementar los ingresos para el Estado: explotación de recursos naturales.

– El diagnóstico y el debate sobre la economía internacional, es decir, sobre los principales factores que impulsaban la cotización de materias primas al alza, así como sobre las causas de la Gran Recesión, estuvieron siempre ausentes. Simplemente se apuntó a condenar al capitalismo. Por tanto, el riesgo e incertidumbre sobre lo que sucedería con una eventual caída abrupta de ingresos era mayor a la que se consideraba desde un principio.

La economía luego de la primera caída petrolera por la bancarrota Lehman Brothers en 2008 y la Gran Recesión

– Esto puso en evidencia el hecho de que se hubiera forzado una estructura sin capacidad de readaptación.

– La apuesta fue un estímulo de la demanda aún mayor.

– Firmaron el acta de defunción del capitalismo y aseguraron el blindaje de la economía nacional, atribuyéndose el rebote de materias, que en realidad fue causado por la Reserva Federal de los Estados Unidos aplicando la política de monetización de deuda (inflacionismo) más grande que se haya conocido nunca.

– La economía empieza a sufrir en 2013 una desaceleración generalizada, poniendo en evidencia el hecho de que este modelo, así como cualquiera otra economía cepalina, no se sostiene ni con los precios petroleros más altos.

Luego de la segunda caída petrolera de 2014

– La segunda caída petrolera, la de 2014, fue un factor agravante, no causante.

– Parecía haber un arranque de sensatez, pero aparente plan B consistió en reforzar plan A: todavía más consumo, gasto, endeudamiento e incremento de impuestos.

Aquí es donde la gran mayoría de analistas (sobre todo opositores) cometen el error más grave: pensar 1) que el problema es la falta de ingresos y no el gasto estratosférico; y 2) que el problema en la asignación de recursos está en la incapacidad técnica o criterio político del Gobierno Central, los departamentales o municipales, cuando, en realidad, la única forma de tener una economía de crecimiento sostenible es con la generación de valor en la economía privada; ahorro correctamente capitalizado y asignado mediante mecanismos propios de mercado. La discusión no es sobre si el Estado administró mal muchos recursos durante mucho tiempo, sino sobre si debe hacerlo alguna vez siquiera.

Asignaturas pendientes casi inmediatas

La economía está considerablemente más vulnerable que en 2013, y aún más que en 2008-9. Lo que queda es la reforma esctructural que recapitalice la economía atrayendo la mayor cantidad de inversión privada extranjera posible en el menor tiempo posible, así como los mecanismos que garanticen la seguridad del ahorro interno de más largo plazo.

Finalmente, entre los temas a revisar sobre la marcha:

– Susceptibilidad sobre la calidad y disponibilidad de datos estadísticos, indicadores y métodos de cálculo de la economía y las finanzas públicas.
– Subvención a hidrocarburos.
– Asignación de recursos político territoriales.
– Hiperregulación del sistema financiero.
– Credibilidad y cuentas del Banco Central de Bolivia.
– Posición para renegociar deuda soberana con acreedores internacionales (planes ya no pueden girar sobre cepalismo inicial al que destinan esos recursos).
– Auditoría de cuentas AFP.