Se intensifica la lucha por el poder en Bolivia: Enfrentamientos por el control del MAS y la ‘habilitación’ de Evo Morales

Se va confirmando rápidamente la hipótesis de la división del Movimiento al Socialismo (MAS): Luis Arce Catacora y su gabinete ministerial se enfrentan con Morales y sus cocaleros. Esas son las divisiones más visibles.

Ya hablamos hace un par de días sobre la manera en que el auge del narcotráfico está afectando la unidad y estabilidad del MAS, sobre todo por la manera en que afecta la gobernabilidad de Arce Catacora y Choquehuanca. Se decía que Arce era un títere de Morales, pero tal parece ser que con el pasar del tiempo al discípulo del cocalero le ha gustado el poder, al punto de querer tomar sus propias decisiones para el futuro del país y además ser reelegido incluso si esto significa enfrentarse a su jefe en 2025.

En esta línea, hace tan sólo unas horas, Rolando Cuéllar, diputado por el MAS, ha sido expulsado de las filas del partido por generar divisiones desde abril de 2021 y luego de la derrota electoral de las elecciones municipales y departamentales de marzo, cuando le exigió a Evo Morales una ‘purga’ de la ‘vieja rosca’ de su entorno por sus ‘malas decisiones’.

Igualmente, luego de fustigar en numerosas ocasiones a algunos de los principales ministros de Morales, asegurando que no formarían parte del actual gobierno “ni como porteros”, Cuéllar también demandó que tanto Morales como el resto de la dirección nacional debían ser alejados del MAS, y ser reemplazados por Arce Catacora y la actual estructura de gobierno.

De manera más reciente, Cuéllar le dijo a Héctor Arce, otro legislador del MAS representante del ala cocalera: “Fácil es ser masista en el trópico de Cochabamba. Yo le invito a Héctor Arce que venga aquí a Santa Cruz, a la plaza 24 de Septiembre, la coyuntura no es la misma. Vamos a comparar si ser masistas en el trópico de Cochabamba es lo mismo que en Santa Cruz. No es fácil ser masistas en Santa Cruz. El trópico de Cochabamba no es Bolivia”.

Gerardo García, vicepresidente del MAS, ha convocado en Santa Cruz a una conferencia de prensa en las últimas horas para comunicar y confirmar la expulsión de Cuéllar: “Hemos ratificado la expulsión de este señor. El compañero está haciendo quedar muy mal (…) Ha mellado el artículo 6 de la disciplina y ética de nuestro estatuto del MAS-IPSP, cuestionando no solamente a nuestro hermano Evo Morales, sino a todos los del proceso de cambio, a nuestros ministros… A todo el mundo ha acusado”. 

Igualmente, el diputado Héctor Arce también convocó a otra rueda de prensa en La Paz para explicar esta decisión: “Lamentablemente, el compañero Rolando Cuéllar, en los últimos meses, ha iniciado una actividad de desprestigio de nuestros dirigentes, de nuestro hermano Evo Morales. Yo llamo sarna a Rolando Cuéllar, que no tiene la experiencia, la conducta, la formación política e ideológica para llamar cáncer a nuestros hermanos dirigentes”.

Probablemente es el deseo de muy pocos, porque es una letanía, pero Evo Morales procura mantenerse políticamente vigente en los medios de comunicación antes que en cualquier otro ámbito, y lo está logrando.

La respuesta de Cuéllar tampoco se hizo esperar en una entrevista en el programa de televisión “No Mentirás”: “Las bases van a rebasar ya lo que estamos viviendo, dentro el MAS es una dictadura, yo no puedo entender al compañero Evo y esa rosca que es el cáncer en el MAS, no entiendo, por qué le tienen miedo a la renovación”.

Cuéllar también recurrió a sus redes sociales para manifestar su parecer ante la decisión de una facción del partido, manteniendo una postura desafiante: “La renovación es irreversible en el MAS”. De esta manera, parece ser que Cuéllar no está solo y que cuenta con el apoyo probablemente de las figuras más importantes del ala de Arce Catacora.

Al igual que Cuéllar, Angélica Ponce, de las Mujeres Interculturales, lamentó la “dictadura sindical bajo la que vive el MAS”, y que “Evo y su rosca pretendan ser dueños del instrumento político”, luego de que se quedaron a defender Bolivia cuando Morales huyó del país. Así mismo, el Bloque Oriente del MAS exige un congreso para elegir una nueva directiva y se pronuncia en apoyo a Cuéllar.

Evo Morales en el ojo del huracán

Por un lado, ante toda esta polémica y profundización de la crisis del MAS, y de manera casual, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) acaba de declarar como inconstitucional la inhabilitación que se aplicó a Evo Morales para postularse como senador en las elecciones de 2020, y además ha ordenado al Tribunal de La Paz que aplique una indemnización por haberlo inhabilitado.

Al menos por el momento, esto está claramente orientado a dejar a Morales habilitado como candidato para las próximas elecciones generales, y muy a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dejó claramente establecido que la reelección indefinida no constituye derecho humano alguno, y que, por tanto, Morales no pude volver a postularse más en ninguna elección eventual.

Será algo que irá definiéndose, con seguridad, desde el ámbito de la política y la pugna por el poder en el MAS, y conforme avance el tiempo y se acerquen las elecciones.

En el entretanto, el MAS de Morales y los cocaleros del Chapare han acusado al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillode ser “operador de la derecha y la DEA”, luego de que éste afirmó: “lamentablemente hay gente, dirigentes y diputados que se están llenando los bolsillo (con la coca) cuando la gente que está en su guacho se está empobreciendo, hay gente que tiene tres, cuatro, cinco y hasta ocho hectáreas, y son los primeros en conseguir los permisos para sacar la hoja de coca, y sabemos quiénes son esos dirigentes y diputados”.

Los cocaleros además han dictado un ultimátum contra el ministro de Arce Catacora: «Exigimos que en el plazo de 24 horas presente pruebas de sus temerarias acusaciones. Si es ministro de Gobierno suponemos que habla con información en la mano. Ojalá no tengamos que esperar a que pida informe de la DEA (Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés)».

Y además agregaron: “Si no presenta pruebas, las seis federaciones del trópico de Cochabamba nos declaramos en estado de emergencia sin descartar movilizaciones. No vamos a permitir que un ministro de Gobierno vuelva a someter a nuestro pueblo a los abusos y violaciones a la soberanía nacional por parte de la DEA”.

Del Castillo no tardó en pedir disculpas y aclarar que no investiga a las regiones del Trópico de Cochabamba y los Yungas, sino a un diputado específicamente.

No puede haber mayor ilustración de las divisiones de la enorme nave política que en determinado momento llegó a ser el Movimiento al Socialismo, y que, por tanto, aunque sea difícil de anticipar una fecha exacta, está llegando a su encallamiento definitivo.

Columna originalmente publicada en La Gaceta de la Iberosfera, el 18 de marzo de 2022.

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