El primer efecto de lo que sucedió el domingo por la noche en Argentina con el triunfo de Macri: el retorno de la inversión extranjera directa luego de nada menos que 14 años, luego del mayor default que el mundo había visto nunca.
Esto significa un desafío indudablemente importante para el nuevo presidente argentino. Para no hacerlo largo, solamente en el aspecto económico hay que hacer cosas urgentes dentro de dos líneas generales para seguir atrayendo inversión, y sobre todo mantenerla: 1. recuperar la estabilidad para el corto plazo, y 2. establecer el escenario para el crecimiento de largo plazo.
- El problema más complicado es toda medida orientada al estímulo de la demanda. Hay demasiado gasto público que redirige recursos hacia sectores donde no deberían ser redirigidos y que sólo el mercado puede dirigir correctamente.
Al mismo tiempo, si bien la inversión extranjera directa puede volver, los mecanismos para dirigir esos recursos tiene que ser establecidos cuanto antes: el retorno del respeto por los derechos individuales de propiedad privada y el libre mecanismo de precios. Esto significa eliminar todos los controles, fundamentalmente los comerciales, cambiarios y de precios en general.
Si los recursos del exterior llegan cuanto antes por esta fuente y son canalizados hacia sectores donde son realmente necesarios que permitan reproducir la inversión (rentabilidad de mercado por satisfacción de demanda real y efectiva de mercado), entonces la presión tributaria existente se reduciría de manera considerable, y, por tanto, la emisión monetaria actual para financiar el déficit fiscal no sería necesaria, lo que significaría una reducción también considerable de los índices de inflación.
- Para lograr el inicio del crecimiento de largo plazo primero es importante que la población en general (este probablemente sea el desafío más importante, el del juego con las expectativas del grueso de la población que tiene una preferencia temporal muy alta, sobre todo por efecto de inflación), debe entender que el ajuste será muy fuerte, pero que tiene un horizonte, que no será indefinido, y que el crecimiento llegará solamente después de la estabilidad, pero mientras más rápido se arranque, menor será la agonía relativa. Lo contrario sería permanecer con los niveles actuales de inflación de manera indefinida.
Macri necesitará mucho apoyo en este sentido, el del juego de las expectativas de corto plazo para lograr crecimiento de largo. Todavía hay que seguir pagando deudas de todo lo que ya se sobreconsumió sin respaldo de ahorro real previo y voluntario. Esta es una etapa de ahorro forzoso.
Sin embargo, hay espacio para el optimismo. Macri tiene muy poco del político liberal ideal, es cierto, pero es un social demócrata relativamente moderno y bastante aceptable, sobre todo respecto de la alternativa. Y por el momento algunos de los grandes fondos de inversión ya manifiestan optimismo y empiezan a contagiar al mercado de capitales, como en el caso de Serengeti Asset Management y RVX Asset Management.
Esto es desde ya una muy buena señal de lo que empieza a suceder en Argentina. Si me preguntan, yo empezaría diseñar mis posiciones y estrategias de inversión en este hermoso país con tan linda gente que por fin está volviendo a encontrar un vínculo entre esfuerzo y recompensa, los valores de la propia civilización occidental que fueron desafiados con el infame socialismo del siglo XXI.
Para el oficialismo que estuvo comulgando con el kirchnerismo durante los últimos diez años: harían bien si piensan detenidamente en lo que no se debería estar haciendo ahora mismo. Si se hacen las cosas bien no es necesario buscar la culpa en terceros, manipular cifras económicas oficiales, mucho menos mendigar capital en Nueva York con medias verdades en extravagantes road shows; el capital llegará solo. Y para lo que quede de oposición: Macri no improvisó, ya sabía lo que quería y trabajó con humildad en equipos, cuadros y líneas generales de acción hace al menos diez años.
Bolivia es hoy la Argentina de hace tan sólo 3 ó 4 años atrás, pero se sigue perdiendo el tiempo en auténticas nimiedades que nada tienen que ver con lo verdaderamente importante: un problema económico doméstico que mientras más se tarde en reconocer, más difícil será de tratar.
Enhorabuena, Macri. Enhorabuena, Argentina.
Artículo publicado en Hoy Bolivia.