En el plano internacional octubre ha provocado más de un susto que aunque ha amainado, no se ha disipado del todo, al punto en que podría tratarse, como dijimos, del inicio de la temida gran corrección de los errores de inversión que ha llevado a cometer el experimento de la ZIRP y el QE, provocando una inflación de activos sin precedentes en el sector bursátil y sobre todo en la renta fija soberana.
Para estos tiempos todo e mundo trata de seguir los consejos de inversión de las leyendas del mercado. Después de todo, ese nivel de éxito generalmente no se logra por accidente, los inversores quieren aprender de su conocimiento y sabiduría, quieren hacer lo que hacen.
Howard Marks es considerado junto a Warren Buffett como uno de los mejores analistas inversores en proporcionar principios que ayudan a sus colegas a lograr el éxito a largo plazo. En su nuevo libro, Mastering the Market Cycle: Getting the Odds on Your Side, Marks ofrece un panorama general de lo que esto significa:
Confidence about where we are in a cycle comes when you learn the patterns of ups and downs that influence not just economics, markets and companies, but also human psychology and the investing behaviors that result.
De esta forma Marks ha llevado recientemente a muchos inversionistas a revisar la etapa del ciclo que los mercados internacionales atraviesan actualmente, y si, en función de ello, amerita un cambio de posición de cartera y mejorar su rentabilidad a largo plazo.
Sin embargo, y así como afirma el mismo Marks, aunque el diagnóstico sea acertado, la prescripción nunca será blanco y negro. Es más, puede que incluso la teoría de Marks sobre los ciclos no sea igualmente rigurosa como otras para tomar decisiones similares, pero con tener un conocimiento general sobre los ciclos económicos y del mercado es bastante útil sin entrar necesariamente en recomendaciones específicas sobre qué hacer exactamente a partir de ahora.
Ray Dalio, que también tiene su propia interpretación sobre cómo funciona la economía, los ciclos y sus distintas etapas, sugiere primero tomar decisiones como cálculos de valor esperado, es decir, pensando en cada decisión como una apuesta con una probabilidad y una recompensa por tener razón, y una probabilidad y una penalización por estar equivocada; y luego, para prepararse para 2019 concretamente, al menos mantener una posición de cartera en oro físico de entre el 5% y el 10%.
Como sea, Bolivia, por su lado, finalmente parece estar siguiendo la misma etapa a la economía internacional o una muy similar, pero sin duda que forma parte de un mismo fenómeno ampliamente extendido allá donde se haya visto estímulos de la demanda sin precedentes.
La economía de Bolivia está empezando a atravesar una etapa muy particular del ciclo, y los siguientes elementos luego de la combinación explosiva del gasto público más grande de la historia del país y la laxitud e ineficiencia de la banca que ha provocado el otorgamiento de crédito artificial y extraordinariamente barato:
- Incremento del precio de los bienes más inmediatos al consumo
- Incremento de las tasas de interés a niveles normales o incluso superiores
- Caída del valor de los bienes de capital (instalaciones fabriles, departamentos, casas, etc.)
- Caída de los salarios reales y de la demanda
- Aparición de pérdidas contables en las empresas más alejadas del consumo
Todo esto empieza ya a ser evidente, y aunque no todo tiene por qué suceder mañana ni al mismo tiempo -todavía hay margen para una última gran ronda de hiperestímulo del consumo-, el gran desafío ya no es solamente bajarse de la ola en el momento inmediatamente anterior al que rompa, sino, además, qué hacer durante y después del problema. La pregunta, entonces, ya no es si habrá una crisis económica internacional y/o local generalizada, sino cuándo tomar las mejores decisiones posibles.
Uno puede aprender mucho de la mayor cantidad de multimillonarios e inversores legendarios que comparten su conocimiento gratuitamente, pero el timing ya no es campo de ningún economista, broker o asesor financiero alguno. Dependerá de la capacidad empresarial e inversora innata de cada individuo de identificar el momento ideal para actuar antes que nadie. Caso contrario, deberá estar dispuesto a pagar por ello con los riesgos que todo ello implica.
Si necesitas de mi ayuda personal para prepararte a tomar la mejor decisión en el mejor momento crítico posible, contacta conmigo ahora.