¿Por qué hay que hacer un esfuerzo cada vez más grande para ser lo más objetivo y optimista posible hasta las elecciones del 3M? ¿Por qué las autoridades y candidatos lo hacen cada vez más difícil?
Aquello que he llamado ‘gradualismo transitorio’, está empezando a convertirse en un problema crónico. Una cosa es no poder hacer mucho porque estamos atrapados en el PGE 2019 y los 2/3 del MAS en la Asamblea, pero no tener un simple diagnóstico general de la economía ya es hacer ‘timing’ político, y puede costarle demasiado caro a la economía.
De un tiempo a esta parte, se ha hecho una concesión política implícita demasiado grande a Arce Catacora, además de un aval implícito a su modelo económico: luego de haber cerrado 2019 con un crecimiento alrededor del 2.6% del PIB, pero Hacienda y el BCB se han apresurado en proyectar un crecimiento del 3.5% del PIB para 2020, sin haber presentado antes un diagnóstico general de la economía. ¿Esto quiere decir, entonces, que no estábamos tan mal? Aparentemente, para crecer un punto porcentual más del PIB sólo era necesario recortar el gasto para reducir un punto y medio del déficit.
El único motivo por el que hicieron candidato a Arce Catacora es porque el último relato vivo del MAS era la economía. Entonces, el mayor desafío para los demás candidatos para las siguientes semanas es demostrar que la gravedad de la economía no es una simple mentira electoral, aunque vamos 3 meses demostrando lo contrario.
Por ejemplo, para Arce Catacora, la causa de la desaceleración desde 2013, siendo que la economía estaba supuestamente blindada, constituía todo un enigma, pero estaba dispuesto a seguir sacrificando la salud macroeconómica con cada vez más deuda pública y privada y déficit fiscal, al punto de tener que devaluar entre 2019 y 2020, porque realmente esperaba que eventualmente alguna de todas las empresas estatales que él mismo autorizó podría rentabilizar y seguir financiando el gasto desbocado del régimen.
Pero lo más preocupante es el enigma no era sólo para Catacora, sino también para la gran generalidad de economistas convencionales. Todavía les cuesta mucho explicar por qué es posible que una economía crezca al 20% del PIB y que al mismo tiempo la gente no tenga qué comer.
Entonces, es que los mismos asesores económicos de los candidatos con mayor intención de voto calculan que las reformas necesarias implican un costo político inasumible, o simplemente creen buena parte del relato económico del MAS, y por eso han propuesto algunas ideas que todavía se concentran en darle continuidad al ‘modelo económico social comunitario productivo’ de una u otra manera.
Por su lado, y para mayor colmo, el BCB tampoco tiene un diagnóstico ni se sabe cómo sus nuevas autoridades han recibido la entidad o cómo la manejarían. Antes de asumir su cargo, el presidente manifestaba correctamente que debían incrementarse las tasas de interés, pero no lo hace aún luego de asumir el cargo; y uno de sus directores, con un peligroso diagnóstico sobre las causas de la desaceleración (falta de liquidez en la economía), también defendía la idea de devaluar antes de asumir el cargo, y afortunadamente no devaluaron aún, pero se manifiesta irresponsablemente en los principales diarios manejando expectativas.
Sin embargo, la idea que ya tendrían que empezar a asumir tanto las autoridades como los candidatos, es que de todas maneras habrá caos en las calles. El asunto es saber elegir el motivo por el que la gente saldrá a las calles: porque demanda que se mantengan sus privilegios estatales impagables, o a causa de reformas estructurales aplicadas con verdadera convicción.
En este sentido, uno de los errores más graves de Macri en Argentina fue tratar de conquistar votos gobernando para quienes no votaron ni votarían nunca por él. Por ejemplo, tratar de evitar la liquidación de las empresas públicas del MAS en Bolivia es cometer exactamente ese mismo error, es tener miedo a hacer lo correcto.
Lo mínimo que deberían estar haciendo los candidatos sin perder más tiempo, es dar mensajes claros tanto a la comunidad internacional en favor de la preservación de la institucionalidad democrática, como a los inversionistas del mundo para recibirlos sobre la marcha. ¿Al menos asistirán al próximo Foro Económico Mundial sobre América Latina en abril?
A diferencia de quienes de manera irresponsable sostienen ‘todo está bien’ y toman más deuda a costo de zombificar la economía, me he dado la tarea de ensayar un plan económico de ajustes y reformas, todas complementarias entre sí, para superar un modelo económico agotado, pero que si, por el contrario, no se aplica ni un mínimo de dicho plan, tendré sobrados motivos para seguir orientando a mis clientes a proteger sus activos y además buscar rentabilidades considerablemente mejores y más seguras en el exterior.