Finalmente, las noticias que sucedían cada día a raíz de las pugnas internas cada vez más intensas al interior del partido de gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS), han amainado debido a las expectativas puestas en la reunión que habrá este lunes entre Luis Arce, David Choquehuanca y Evo Morales, los principales protagonistas, para definir los roles de cada uno al interior del “instrumento político”.
Sin embargo, todavía quedan datos importantes a tomar en cuenta respecto de lo que podría suceder a partir de esta reunión, pues, mediante una resolución, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) acaba de llamar a todos los partidos políticos del país a realizar congresos o asambleas para renovar sus directivas en los próximos 180 días, en caso de que hayan superado el periodo de su mandato.
Desde luego, el primer afectado por esta determinación del TSE es el propio Morales. Las disputas en el MAS comienzan al menos en marzo de 2021, con cuestionamientos fundamentalmente por parte del diputado cruceño recientemente expulsado del partido, Rolando Cuéllar, que ha exigido la renovación de la cúpula presidida por el líder cocalero.
Entre los cuestionamientos de Cuéllar se encuentra el hecho de que Morales lleva demasiado tiempo al frente del partido, y que es incluso de acuerdo al propio estatuto del MAS que Morales tendría que dar un paso al costado: “Feneció su cargo del compañero Evo. El estatuto del MAS dice que son dos años (la presidencia del partido) y por la pandemia, y por otras cosas, estuvieron seis años los dirigentes nacionales donde ya no tienen legitimidad”.
A las exigencias de Cuéllar, que se presume que responde a Arce y que cuenta con su apoyo, se suman por lo menos siete direcciones departamentales (Santa Cruz, Beni y Cochabamba, entre ellas) las que insisten en que se lleve adelante un congreso nacional para la renovación de la directiva del MAS.
Y no sólo esto, Angélica Ponce, otra dirigente expulsada de una organización de mujeres afines al MAS, sigue la misma línea de Cuéllar. Hace unos días afirmó: “Yo no soy traicionera, no me he metido debajo de la cama durante el golpe de Estado, no me he escapado a otro país tampoco, he estado presente junto con los compañeros luchando para recuperar la democracia y que vuelva el hermano Evo al país”.
De manera más reciente, y ya en la expectativa de la celebración del congreso del MAS, Ponce ha dicho: “Dentro de la estructura del MAS hay estatutos que se deben cumplir, he reclamado que (Evo Morales) ha metido la mano a las organizaciones sociales para dividir y también (he reclamado) por el tema del dedazo; perdimos varios municipios por el tema del dedazo”.
Y además ha agregado: “Aquí hay una base que pide reconstrucción del MAS, porque se ha desviado. Durante los últimos 14 años el MAS ha perdido el horizonte. No podemos estar en una situación de obedecer a un jefe. Para mí la disciplina sindical es muy diferente a lo que piensa el hermano Evo, para mí la disciplina sindical es que el líder tiene que estar sometido a las bases, pero lamentablemente el líder nos somete a las bases, hay que cambiar el rumbo”.
Mientras Arce Catacora y Choquehuanca han confirmado su asistencia, la confirmación de Morales para estar presente en el congreso del lunes todavía se hace esperar. Esto es algo que no extraña en Morales, porque ha estado jugando un papel de víctima e incluso de ciudadano ejemplar con las denuncias de los narcoaudios hace unos días. Lo que ha dicho es que todavía no ha recibido invitación para la reunión con el Pacto de Unidad, pero será interesante ver cómo se siguen desenvolviendo los acontecimientos la próxima semana. Al menos por el momento, Morales parece estar en una encrucijada en su pretensión para recuperar el poder.
Columna originalmente publicada en La Gaceta de la Iberosfera, el 15 de abril de 2022.