Colombia ha llamado cada vez más mi atención solamente gracias al enfoque con el que me me sugirieron ver a América Latina desde hace ya varios años, una forma de ver la región que me permitiera entender que, por ejemplo, el proyecto de Evo Morales no se circunscribe sólo en Bolivia, ni el de Nicolás Maduro solamente en Venezuela, y que, en todo caso, el Socialismo del Siglo XXI debía ser entendido en un contexto de multipolaridad global donde están involucrados ya no simplemente la URSS y Estados Unidos, sino ahora también China, Rusia, Irán, etc.
En este sentido, Colombia es muy importante porque ha sido, entre otros aspectos, la ficha que ni Hugo Chávez ni Nicolás Maduro ni ninguno de sus socios más allá de la región han podido mover en su favor, porque la expansión territorial y el financiameinto por medio de negocios ilegales son clave para cambiar el orden internacional.
Luego de que la economía cayó más de un 7% del PIB, inició la recuperación en 2021 creciendo a un ritmo del 10,6%. Y para 2022 se espera que la economía supere las expectativas iniciales de un 4%, creciendo al 5,8%, de acuerdo a las estimaciones de abril del FMI, pero todo puede cambiar.
Carmen Reinhart, reconocida economista, hoy vicepresidenta y economista jefe del Banco Mundial, en marzo ubicó a Colombia dentro del grupo de países con mayores riesgos de caer en estanflación, y hay factores cada vez más importantes que podrían arruinar el futuro colombiano de manera definitiva.
Quienes se muestran un poco escépticos con las estimaciones de Reinhart tienen razón al apuntar que entre los principales problemas de Duque con la economía estaba el déficit fiscal, por eso la chapuza del incremento de impuestos, pero con el gran repunte de las materias primas y en especial del petróleo, Colombia se está viendo beneficiada captando mayores ingresos. De ahí el respiro y mejores proyecciones hacia finales de año.
Pero eso no es todo. Hay un serio problema en Colombia. Iván Duque realmente se equivocó tratando de incrementar impuestos y sin tomar el toro por las hastas recortando el gasto público. La extrema izquierda sabía que lo haría y aprovechó a la primera de cambios ante el incremento impositivo para tratar de derrocarlo, así como trataron de derrocar a Piñera a finales de 2019, por ejemplo. Esto es algo de lo que ya hablé hace un año con mayor detalle.
Ahora bien, Colombia se va a enfrentar a elecciones generales este domingo 29 de mayo. Gustavo Petro, el candidato del Socialismo del Siglo XXI, asesor de Hugo Chávez, amigo de Nicolás Maduro y Evo Morales, de la dictadura cubana, amigo de los guerrilleros de las FARC y ex guerrillero del M-19, sigue a la cabeza de las encuestas con mucha ventaja por encima de Federico “Fico” Gutiérrez.
Por ejemplo, los riesgos en los que se traduce una hipotética presidencia de Petro en Colombia, sería la expropiación de los ahorros individuales de largo plazo de la ciudadanía, la prohibición de nuevas exploraciones petroleras que provocarían el hundimiento de la economía al estilo venezolano, y la pretensión de quedarse en el poder más tiempo que el establecido; sin siquiera haber sido elegido para un primer mandato ya busca el segundo y hasta el tercero.
Pero más aún, el mayor riesgo para Colombia es que Gustavo Petro establezca acuerdos formales con la dictadura de Nicolás Maduro para que tropas venezolanas y colombianas operen de manera conjunta en zonas grises de sus fronteras.
Para Daniel Raisbeck, analista de políticas públicas para América Latina del Cato Institute, historiador y prestigioso economista colombiano, “la potencial presidencia de Gustavo Petro significaría el fin de la alianza con Estados Unidos y el ingreso de Colombia al eje de La Habana, Caracas y Managua”. Sería la primera vez en la historia de Colombia que un candidato explícitamente socialista alcance el poder, por eso se considera que estas elecciones son soncideradas como las más importantes de su historia contemporánea.
Igualmente, para Alberto Bernal, reconocido economistas y analistas colombiano, jefe de Mercados Emergentes de la firma XP Investments, “si Gustavo Petro gana las elecciones, la economía de Colombia se desploma”, por los planes de gobierno, que no son más que “una lista de supermercado de buenas intenciones”, cargados de utopías y propuestas fantasmagóricas, y cuyas cuentas ni siquiera cuadran, “las acciones de Ecopetrol podrían caer entre un 30% y un 40% de manera inmediata”.
Esta es la importancia y los riesgos en las elecciones de Colombia de este domingo 29 de mayo, que revisten los desafíos de la región. Como muy bien dice Joseph Humire, director e investigador de la Secure Free Society (SFS), “si tienes democracia pero no tienes libertad individual, entonces no tienes nada”.
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