Hablemos sobre un par de conceptos errados que se han ido instalando al pasar el tiempo sobre los fenómenos de El Alto, el Chapare y Santa Cruz. ¿Son capitalistas, liberales, anarquistas, socialistas? Si el post masismo será liberal, primero algunas ideas claras.
Lo primero: no, El Alto no es capitalismo “puro y duro”. Tampoco “anarquía” ni Anarcocapitalismo. Lo sería si tal vez -entre muchas otras características- su gente no utilizara la moneda nacional, o si, por ejemplo, el auto transporte trabajara sin subvenciones.
Tampoco lo es el Chapare. ¿A quién se le ocurría dudar de que aquel es el primer lugar que el Estado privilegia con normas, leyes e incluso presupuestos diferenciados? El Chapare es el hijo predilecto del Estado y el partido en el poder. Nada más lejos del capitalismo de mercado.
Mucho menos es que en el Chapare hay capitalismo “porque allá todo se vale” para hacer dinero. Nadie que se precie de ser un riguroso defensor del capitalismo de mercado se limita a apenas afirmar que “donde hay oferta y demanda hay mercado y, por tanto, capitalismo”. Demasiado pobre.
¿Y sobre Santa Cruz? Es el que más potencial guarda para abrazar el liberalismo clásico, por una sencilla razón (entre varias otras y salvando muchísimas distancias, porque hay pillos y errores de concepto en todo lado):
Nadie dice que Santa Cruz no haya crecido también con muchos de los mismos privilegios que tiene El Alto, como enormes subvenciones o de que se lleve casi el 50% del crédito nacional artificialmente barato, o que reciba enormísimas cantidades de gasto público, pero en Santa Cruz se refugian quienes más dispuestos están a respetar las mismas reglas que se aplican a todos, aunque no siempre sea lo más conveniente. Quienes no emigraron a Santa Cruz y en cambio se fueron al Chapare, buscan atajos, ¿pero quiénes se van de Santa Cruz a El Alto?
El liberalismo, en ninguna de sus posibles vertientes, hace diferencias por raza, etnia, sexo o religión, sino que defiende los derechos del individuo frente a los que se supone que tendrían los colectivos. Por eso no existe tal cosa como, por ejemplo, el “capitalismo aymara”.
Eso sí, si el futuro de Santa Cruz es liberal, dependerá de que nunca confunda Estado con nación.