La semana pasada, el Reino Unido perdió a la edad de 91 años a uno de los políticos más influyentes y visionarios de la era moderna: Nigel Lawson. Lawson fue una figura clave en la política económica británica de las décadas de 1980 y 1990, y su legado incluye una serie de reformas que contribuyeron al éxito económico del Reino Unido durante esos años.
Uno de los aspectos menos conocidos de la vida y carrera de Nigel Lawson fue su vínculo significativo con el economista austriaco Friedrich Hayek, o sobre todo con sus ideas. Hayek, uno de los economistas más influyentes del siglo XX, fue un defensor destacado del liberalismo clásico y la economía de mercado. Las ideas de Hayek tuvieron una gran influencia en la política económica de Lawson, y el Canciller del Tesoro británico llegó a ser un importante defensor de estas ideas.
Lawson fue particularmente admirador del libro de Hayek “Camino de Servidumbre”, que argumentaba que la planificación económica centralizada era ineficiente e incompatible con la libertad individual. Lawson vio la economía de mercado como una fuerza para el bien y creía que la intervención gubernamental en la economía debería ser limitada.
De hecho, en una entrevista en 1984, Lawson dijo que la influencia de Hayek en su pensamiento había sido “absolutamente decisiva”. Lawson también invitó a Hayek a la residencia del Canciller del Tesoro, donde discutieron temas económicos y políticos.
Además de su admiración por las ideas de Hayek, Lawson también estuvo involucrado en la creación del Instituto de Asuntos Económicos (IEA), un grupo de expertos que promovía la economía de mercado y el liberalismo clásico. El IEA había sido fundado en parte por Hayek, y Lawson fue uno de sus primeros patrocinadores.
Lawson y Hayek compartieron una visión común de la importancia de la libertad económica y la necesidad de limitar el poder del Estado. La defensa de Lawson de la economía de mercado y su apoyo a la desregulación fueron inspirados por las ideas de Hayek y su análisis del papel del Estado en la economía.
Pues, en esa linea, Lawson fue el artífice de varias medidas determinantes en el éxito de las duras reformas estructurales aplicadas durante el gobierno de Margaret Thatcher entre 1983 y 1989.
Por ejemplo, durante su mandato llevó a cabo políticas económicas liberaizadoras y modernizadoras que ayudaron a reducir la inflación y a estabilizar la economía y el mercado financiero del Reino Unido, permitiendo la entrada de nuevas empresas y la creación de nuevos productos financieros.
Uno de los elementos de éxito más importantes de las reformas fue el control de la inflación, que se encontraba en niveles históricamente altos del 10,3% cuando Lawson asumió el cargo como Canciller del Tesoro en junio de 1983. Lo que hizo primero fue liberar las tasas de interés crediciticio y luego establecer una política monetaria muy estricta que implicaba un control riguroso de la oferta de dinero en la economía. Como resultado de estas medidas, ya en 1984 la tasa de inflación había caído al 4,6%, y para 1988 había bajado al 4,2%.
En el ámbito fiscal, Lawson llevó a cabo una importante serie de reformas, que consistió primero en recortar el gasto público en áreas como la defensa y los subsidios agrícolas, además de otros recortes del gasto social y en el sector público en general con el objetivo fundamental de controlar el déficit, y luego en la reducción de la tasa máxima de impuestos del Reino Unido del 60% al 40%, el establecimiento de una tasa impositiva única del 25% en el impuesto sobre la renta, la eliminación del impuesto sobre el dividendo de las empresas y la reducción del impuesto sobre las ganancias de capital, además de la simplificación del sistema fiscal. Todo esto contribuyó significativamente a estimular la economía y a fomentar la inversión.
Pero Nigel Lawson también logró incrementar los ingresos por medio de la privatización de varias empresas públicas, incluyendo British Airways, British Telecom y British Gas, aunque también introduciendo nuevas tasas fiscales.
Probablemente entre las reformas más polémicas se encuentra la reducción y limitación del poder de los sindicatos luego del establecimiento de una mayor flexibilidad en el mercado laboral y la obligación de que los trabajadores tuvieran que votar en una elección antes de que se pudiera llamar a una huelga, y también estableció un período mínimo de aviso antes de la huelga. Además, la Ley de Relaciones Laborales de 1984 permitió a los empleadores romper huelgas legalmente mediante la contratación de trabajadores temporales. Sin duda ayudaron a incrementar la productividad y atraer la inversión privada.
En cuanto a política exterior, Lawson también tuvo una influencia significativa habiendo ayudado a forjar una relación más cercana con los Estados Unidos y a mejorar las relaciones con la Unión Europea.
Nigel Lawson no solo fue un arquitecto clave de la política económica británica de las décadas de 1980 y 1990, sino también un defensor apasionado de las ideas de Friedrich Hayek y el liberalismo clásico. Su admiración por Hayek y su trabajo en el Instituto de Asuntos Económicos ilustran la influencia que el economista austriaco tuvo en la política económica británica y en la visión de Lawson sobre la libertad económica y la limitación del poder del Estado, lo cual llevó a una combinación de medidas adoptadas por Lawson para controlar la inflación, reducir los impuestos y liberalizar el mercado financiero, que generó un impacto significativo en la economía del Reino Unido y sentó las bases para un período de crecimiento económico y prosperidad en las décadas siguientes.
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