A diferencia de otros activos financieros, el oro físico es un activo real que se ha convertido en un activo popular entre los inversores de todo el mundo como forma de diversificar su portafolio y proteger su riqueza contra la inflación, la volatilidad del mercado y la incertidumbre política, y no como una estrategia de inversión especulativa ahora que su cotización alcanza niveles récord y que la inflación será la norma durante mucho más tiempo del que las autoridades probablemente clacularon en un principio, sino fundamentalmente como un refugio.
En este artículo, analizaremos los elementos clave que los inversores de alto patrimonio deben tener en cuenta al comprar y almacenar oro físico, especialmente para los inversores que viven en países en desarrollo, desde donde comprar y almacenar oro físico puede ser un proceso más complicado.
Que no supere el 10% del portafolio
Antes que nada, es importante tener en cuenta que la principal razón para limitar la inversión en oro físico al 10% del portafolio es que el oro no genera ingresos por sí mismo, a diferencia de las acciones o los bonos. El oro no produce ingresos ni dividendos, sino que su valor se basa únicamente en la oferta y la demanda del mercado.
Además, la inversión en oro físico puede ser costosa, ya que suele haber comisiones de compra, almacenamiento y venta. A diferencia de las inversiones en acciones o fondos mutuos, la inversión en oro físico no es tan líquida, lo que significa que puede ser difícil de vender en momentos de necesidad.
Otro elemento a tener en cuenta es que el valor del oro físico puede ser volátil, lo que significa que su precio puede fluctuar significativamente en períodos cortos de tiempo. Si bien esto puede ser beneficioso para aquellos que invierten en oro en momentos de incertidumbre del mercado, también puede ser perjudicial para aquellos que invierten en oro en momentos de estabilidad del mercado.
La elección del tipo de oro
Ahora, cuando se trata de comprar oro físico, los inversores tienen varias opciones disponibles. Las opciones más populares son los lingotes y las monedas de oro. Los lingotes suelen ser de mayor tamaño y son más comúnmente utilizados por inversores institucionales y fondos de inversión. Las monedas de oro, por otro lado, son más pequeñas y más accesibles para el inversor particular.
En general, las monedas de oro son más populares entre los inversores particulares debido a su menor costo inicial y mayor liquidez en el mercado. Algunas de las monedas de oro más populares entre los inversores particulares incluyen la American Gold Eagle, la Canadian Gold Maple Leaf, la South African Krugerrand y la Australian Gold Nugget.
La elección de la jurisdicción
La elección de la jurisdicción en la que se compra y almacena el oro físico también es importante. Algunos países tienen una reputación más favorable que otros cuando se trata de protección de los derechos de propiedad y seguridad de la inversión.
Algunas de las jurisdicciones más populares para comprar y almacenar oro físico incluyen Suiza, Singapur, Liechtenstein, los Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong. Estos países son conocidos por sus fuertes leyes de propiedad y protección de la privacidad del inversor.
Respecto de la jurisdicción de Estados Unidos, hay un problema de jurisprudencia en el que se tendría que indagar un poco más para estar seguros antes de tomar cualquier decisión.
Es importante tomar en cuenta que la Ley de Emergencia Bancaria de 1933, conocida como la Ley de Gold Reserve Act, autorizó al presidente de los Estados Unidos de aquel entonces, Franklin D. Roosevelt, a prohibir la propiedad privada de oro y a confiscar el oro de los ciudadanos a un precio establecido por el gobierno.
A pesar de que se trató de una una medida temporal y específica que se tomó en un momento de crisis económica, y de que no se ha repetido desde entonces, la Corte Suprema de los Estados Unidos ha abordado casos relacionados con la confiscación de oro en el pasado, como el caso de Norma Clara Elizabeth Smith en 1966, quien impugnó la confiscación de su oro por el gobierno de los Estados Unidos. La Corte Suprema falló a favor del gobierno en ese caso.
Sin embargo, después de la confiscación, se han promulgado leyes y regulaciones para garantizar la propiedad privada del oro. La Ley de Moneda de 1965, por ejemplo, reconoció el oro como una forma legítima de inversión, y si bien el gobierno estadounidense mantuvo la posesión del oro durante décadas, en 1974 el presidente Gerald Ford firmó una ley que permitía a los ciudadanos poseer oro nuevamente, y el 1985 la Ley de Modernización de la Moneda estableció que el oro y la plata eran activos financieros.
Aunque ha habido casos y jurisprudencia relacionados con la confiscación de oro en Estados Unidos en el pasado, no se espera que se produzca una situación similar en el futuro y se han establecido leyes y regulaciones para proteger la propiedad privada del oro.
La elección de una empresa de renombre y confianza
Otro factor importante a considerar es la elección de una empresa de renombre y confianza para comprar y almacenar el oro. La empresa debe tener una buena reputación en el mercado y una amplia experiencia en el almacenamiento seguro de oro. Además, es importante asegurarse de que la empresa cumpla con las regulaciones y normativas aplicables en la jurisdicción elegida, además de las propias regulaciones fiscales donde opera.
Otro aspecto a tener en cuenta es la disponibilidad de la empresa para proporcionar información detallada sobre sus operaciones y prácticas comerciales. La transparencia en los procesos de compra, almacenamiento y venta es crucial para garantizar la seguridad y la confianza del inversor.
Además, es importante que la empresa tenga un buen servicio al cliente y que sea capaz de proporcionar asesoramiento y soporte técnico a los inversores. Un buen servicio al cliente puede marcar la diferencia en la experiencia del inversor y ayudar a resolver cualquier problema o inquietud que pueda surgir.
La bóveda de almacenamiento
Una vez que se ha adquirido oro físico, es importante encontrar un lugar seguro para almacenarlo. Aunque las empresas que venden oro físico no siempre ofrecen bóvedas de almacenamiento, hay muchas empresas que ofrecen el servicio completo, lo cual ofrece una ventaja competitiva que permite reducir costos.
Muchos inversores particulares optan por almacenar su oro físico en bóvedas privadas fuera del sistema bancario tradicional, lo cual también implica comprender los costos de almacenamiento y la seguridad del lugar donde se almacenará el oro. Las bóvedas privadas son más costosas, pero ofrecen un mayor nivel de seguridad y privacidad.
Además, es importante considerar los riesgos asociados con la compra y almacenamiento de oro físico sobre los que la empresa debe poner al tanto al cliente inversor. Los riesgos incluyen la posibilidad de robo, el deterioro del oro debido a condiciones de almacenamiento inadecuadas y la posibilidad de fraude o estafa.
Las empresas de almacenamiento de oro físico ofrecen una variedad de opciones de almacenamiento, que van desde bóvedas seguras con acceso limitado hasta bóvedas seguras fuera del país. Algunas de las empresas de almacenamiento más populares incluyen Brinks, Loomis y Malca-Amit.
Igualmente importante que la compra del oro, también lo es su venta, es decir, es necesario considerar también la liquidez del oro físico. En situaciones de emergencia, los inversores pueden necesitar vender su oro rápidamente para obtener efectivo, y es necesario hacer preguntas específicas a la empresa a contratar, porque el oro físico puede ser menos líquido que otros activos, por lo que es importante tener un plan de salida explícito en caso de necesidad.
Cómo evitar estafas
Al igual que con cualquier inversión, es importante tener precaución al comprar oro físico. Los inversores deben investigar cuidadosamente cualquier empresa antes de hacer una compra y verificar su reputación y credibilidad. También es importante comprender los costos asociados con la compra y almacenamiento de oro físico, incluyendo los impuestos y las comisiones.
Otra forma de evitar estafas es optar por comprar oro físico certificado por una entidad de renombre. Algunas de las entidades más conocidas incluyen la Casa de la Moneda de los Estados Unidos y la Perth Mint de Australia.
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