Money For Nothing: Inside The Federal Reserve

En más de cinco años de crisis económica internacional se ha publicado una innumerable cantidad de películas y documentales al respecto. Como nunca falta, las críticas a Wall Street son permanentes por uno u otro motivo, muchas veces con razón, pero la gran mayoría con una alta dosis de quejas contra los ricos o el famoso 1%, sin un diagnóstico claro que no sea el que acusa la avaricia o el egoísmo como elemental, o peor aún, que se asemejan más a absurdas teorías conspirativas que a la verdad científica.

Esta vez la recomendación es Money for Nothing: Inside the Federal Reserve, un documental publicado en septiembre de 2013, y dirigido por Jim Bruce en la perspectiva de Jim Grant, un reconocido periodista y escritor que, teniendo nada menos que a Henry Hazlitt como héroe a confesión de parte, se especializa en mercados financieros, a la vez que es editor del célebre Grant’s Interest Rate Observer.

El documental resulta objeto de sugerencia no sólo por el espíritu con ribetes austriacos con los que ha sido escrito, sino porque, entre otras cosas, no sólo apunta a la Reserva Federal de los Estados Unidos como el causante de esta y todas las crisis desde su creación hace cien años, sino que, por su amplio espíritu crítico y manejo de los tiempos como un reconocido periodista, hace un recuento sobre la última crisis con protagonistas muy importantes que hasta el momento no había aparecido en ningún documental conspiranoico, como Allan H. Meltzer; la flamante titular de la Fed, Janet Yellen; o el nuevo titular del ente emisor hindú, Raghuram Rajan.

El documental promete las arremetidas características de un crítico mínimamente entendido en la materia, dirijidas, por ejemplo, contra la falta de ética y poca honestidad intelectual Alan Greenspan y su obsecuente sucesor Ben Bernanke; pero también destaca la importante labor y coraje de alguien como el infravalorado Paul Volcker, en el importantísimo rol que jugó al incrementar radicalmente las tasas de interés a inicios de los ochenta, y que recuerda el momento por el que actualmente atraviesa ya no la economía doméstica estadounidense, sino la economía internacional y el camino que podría estar tomando. No es futil, pues en otro documental recomendado en este mismo sitio se destaca el hecho de que Volcker estuvo al tanto de lo que hacía en aquel momento, luego de haber repasado, aunque muy superficialmente, el herramental teórico austríaco.

El documental es ágil y fresco, a la vez que está desprovisto de melosos y románticos prejuicios al estilo de otros documentalistas como Michael Moore, o los de Martin Scorsese y Oliver Stone en Hollywood. Relata con mucho detalle -tal vez demasiado en algún momento- los hitos de las distintas crisis desde la creación de la Fed en 1913, y no otorga concesiones de ningún tipo a quienes en su momento fueron considerados por el mismo medio en el que se desenvuelve como héroes, oráculos o maestros. Por el contrario, es implacable contra ellos y advierte la siguiente crisis como una consecuencia del absurdo y repetitivo criterio con el que actuaron en sumomento.

Si las explicaciones del mundo académico no resultan las más digeribles maneras de entender el crítico e históricamente extrordinario momento que el sistema monetario y financiero internacional viven, tal vez las más coloquiales -y no por eso menos importantes- de Jim Bruce y Jim Grant lo logren.