No vaya a pensarse que la pretenciosa cacería de brujas de los Panama Papers traía una causa legítima. Aquel “destape” no ha significado más que un daño gratuito para la industria del offshore wealth management, y por tanto para los grandes inversores internacionales que ya tienen problemas con la gran banca central internacional como protagonista desde el inicio de la Gran Recesión en 2008, pero no la ha eliminado ni mucho menos.
Lamentablemente la presión de los grandes gobiernos, principalmente de la OCDE, que se resisten a las reformas estructurales que les signifique reducir poder y margen de maniobra para la política económica ha provocado que muchos clientes simplemente abandonaran a sus proveedores antes de cualquier investigación formal sobre las denuncias de abril. Y más lamentable aún ha sido el hecho de que el actual Presidente de la República de Panamá, Juan Carlos Varela, no haya sido capaz de plantar cara, para terminar afectando la institucionalidad e incluso la soberanía panameña; ante los ojos de la población entendida, que es la gran mayoría, no es pues más que un pusilánime con dos o tres años más de gobierno.
No obstante de la falta de visión de Varela, los Panama Papers aún deben ser vistos como una oportunidad difícil de superar para el inversor internacional. Panamá no tiene nada que ocultar (luego de la revisión de los mentados papers no se ha encontrado un sólo caso de auténtico delito), sino para destacar. Por ejemplo, algunas de las conversaciones más interesantes que sostuve con un par de colegas expertos en la materia, fue el efecto que la victoria de Donald Trump tendrá sobre la economía panameña, y pues los inversores tienen motivos para ser optimistas.
A gran diferencia del pensamiento convencional de América Latina, y también del mundo, en Panamá Donald Trump es una excelente noticia para las buenas inversiones, tanto así que más de un 80% de su ciudadanía tenía las expectativas puestas en él como el cuadragésimo quinto Presidente de EE.UU. Es cierto que la campaña ha estado marcada por episodios muy desafortunados para los aspectos sociales fundamentalmente, pero lo nuestro son las estrategias de inversión para la protección de grandes patrimonios en el largo plazo en tiempos de muy elevada incertidumbre económica, y así lo entienden los panameños en tantos otros aspectos.
Por un lado, lo que preocupa de Trump es su inclinación por el proteccionismo, es decir, por el entorpecimiento del flujo comercial de EE.UU. sobre todo con China, así como sus planes para estimular la economía interna con infraestructura pública, pero por el otro lado hay aspectos dentro del mismo plan que a los inversores internacionales hambrientos de oportunidades desde el inicio de la Gran Recesión, les resultaría muy difícil de resistir.
Donald Trump es un empresario que entiende de incentivos en una economía con impuestos bajos para poder seguir haciéndolo, tanto así que uno de los elementos más concretos y realistas de su plan consiste en reducir los impuestos a los estadounidenses en al menos un 15%, pero además es un inversor internacional de bienes raíces en Panamá, que ha entendido cómo trabajar los beneficios de una economía con inflación cero, con un sistema bancario y financiero relativamente libre, con una muy elevada competencia fiscal internacional, y una legislación virtuosa y muy poco invasiva.
Ojalá todos sus planes como Presidente fueran tan ambiciosos y agresivos como en su exitosa campaña como para terminar revisando o incluso eliminando el perverso FATCA o la infame Dodd-Frank de la Administración Obama, y al menos empezar a encaminar reformas del sistema bancario y financiero internacional que se había empezado hacia la dirección correcta con la Glass-Steagall Act en 1933. Ojalá no fuera mucho pedir, pero con todo lo que ha sucedido este año en el plano internacional, veamos.
Ahora bien, en este sentido, y para advertir todo lo mencionado y que Panamá fortalezca su imagen, Goethals Consulting e ISA Panamá están haciendo un esfuerzo muy importante a través de Widening the Pathways to Open Societies, un foro internacional de primera factura diseñado no sólo para despejar todas las dudas sobre el objetivo y el efecto real que los Panama Papers han tenido para la economía panameña y los inversores globales, sino también para destacar los beneficios de los paraísos fiscales, el rol que juegan en el actual contexto económico internacional, los distintos instrumentos financieros, vehículos de inversión, actuales desafíos, etc.
El evento tendrá lugar del 14 al 17 de febrero en Ciudad de Panamá, y en él estarán alrededor de 30 de las personalidades más destacadas del mundo académico e inversor liberal del globo que serán anunciados poco a poco.
Para todo inversor que no esté dispuesto a convertirse en víctima de la voracidad fiscal de su gobierno, que no deja de gastar, que busca compensar la caída de ingresos de materias primas mediante el incremento de la inflación, los impuestos y la deuda, pero aún no sabe por dónde empezar a convertirse en un inversor global en tiempos de muy elevada incertidumbre económica global, asistir a este evento es una recomendación de primer orden.