A mayor riesgo e incertidumbre, pensar como dinastía

Se acercan los 100 días de gobierno de Donald Trump, y el sobreoptimismo generalizado que lo acompañaba se ha esfumado rápidamente: la incertidumbre global se ha incrementado notablemente y la volatilidad en los mercados se ha incrementado considerablemente. Así, la pregunta más frecuente de las últimas semanas es qué es lo que realmente está sucediendo con la coyuntura global, si es necesario hacer algo al respecto, y qué exactamente.

¿Quiénes son los protagonistas?

Fíjese primero en este dato curioso, aunque no casual: tal vez con excepción de Putin, la coyuntura global está siendo ampliamente protagonizada por dinastías en el poder político: las de perpetuación en el poder de Assad en Siria, Kim en Corea del Norte y Castro en Cuba; la dinastía socialdemócrata de los Clinton o la conservadora de los Bush, y ahora la empresarial conservadora de los Trump.

¿Qué está pasando?

Los países latinoamericanos no son los que están mejor preparados para asumir el agravamiento de la crisis internacional como en 2009, por lo que los capitales que van dando vueltas alrededor del globo buscando nuevos refugios ya no tendrán a Sudamérica en particular como primera opción, mucho menos si en el pasado reciente no fue la más amigable con ellos. El comportamiento del dólar estadounidense, el precio de los commodities, y la liquidez de los mercados bursátiles locales serán determinantes en la región, pero sobre todo la manera en que los distintos gobiernos petróleo dependientes asuman estos nuevos tiempos de mayor riesgo e incertidumbre global.

¿Qué hacer?

La idea está en tomar decisiones primero advirtiendo los problemas sin sentimentalismos y con el diagnóstico más ajustado a la realidad posible, y luego tratando de pensar justamente como una dinastía, rescatando lo bueno y desechando lo malo de ellas, pero claramente no de las que sin escrúpulo alguno tienen el poder burocrático del Estado a su servicio y cuyos costos los externalizan hacia la ciudadanía, sino de las que, en caso de cometer un error de juicio económico, ellos y su entorno asumen los costos. Hay dinastías empresariales como la de los Slim en México, los Luksic en Chile o la de los Santo Domingo en Colombia, que sí han sabido organizar una estructura de inversión para la gestión de su patrimonio por parte de terceros, incluso para sus obras de filantropía.

Sin embargo, veamos, todas estas dinastías guardan algunos elementos en común:

  • Son ampliamente influyentes
  • Tienen una identidad y un propósito definido
  • Piensan a largo plazo
  • Bueno o malo, dejan un legado
  • Tienen designados a los guardianes de su legado

Como se observa, estos conceptos son mucho más holísticos que los tradicionales y convencionales de los asesores contables o los despachos de abogados, tiene que ver mucho más con lo cualitativo que lo cuantitativo, y las decisiones sobre lo que sea exactamente que sucede en este nuevo contexto global supera ampliamente la sola gestión de activos; lo único que permite preservar riqueza es, antes que nada, contar primero con estos cinco elementos fundamentales para atravesar problemas de considerable magnitud, o todo se derrumbará fácil y rápidamente.

Empezar con una hoja de ruta

Sobre todo si en los últimos años de auge usted y su familia han logrado construir un patrimonio de importantes proporciones, y que sobre el desorden que puede que ya tenga se le sumen riesgos inicialmente inadvertidos e incertidumbres inasumibles, es necesario elaborar una hoja de ruta que apunte justamente a los cinco elementos mencionados, lo cual, a su vez, implica:

  1. Establecer un sistema para un mayor y mejor control del gasto de cada centavo en el manejo del patrimonio
  2. Centralizar de la toma de decisiones sobre la gestión del patrimonio
  3. Elaborar una estrategia de sucesión para la transferencia eficiente y exitosa de los activos, la herencia, los valores y las relaciones de la familia
  4. Permitir el acceso institucional al talento de calidad para la administración de fondos y recursos que individualmente son muy difíciles de lograr
  5. Reducir considerablemente los costos en la administración del balance contable y las distintas soluciones de inversión

Esto es justamente lo que puede hacer, establecer una estructura de inversión distinta de la que ya tiene como fuente principal de ingresos, sobre todo para que las decisiones estratégicas que se tomen sobre una parte de su patrimonio se diversifiquen y no dependan directamente del incremento los riesgos y la incertidumbre.

Desde luego, la tarea no es fácil, nada se logra de la noche a la mañana, además de que el desafío implica mucha cautela, pero si por algún lado hay que empezar, será considerando que para las inversiones con estrategias de preservación de largo plazo, el tiempo ya apremia. Es mejor asegurarse un año antes que un minuto tarde, póngase en contacto conmigo para ayudarlo a prever lo mejor y lo más seguro para su patrimonio y el de su familia.