Más que un perjuicio, el caso de los Panama Papers, y ahora también el de los Paradise Papers, ha sido realmente un gran beneficio, porque otorga la oportunidad de contar cómo ayudo a la gente a preservar su legítima capacidad de generación de riqueza en el largo plazo, y que, si se lo hace bien, termina siendo un uso más corriente de lo que parece.
Para muchos tratar de no pagar impuestos es una falta ética importante, ya sea porque han caído en la trampa moralista de la izquierda y se siente culpable por hacer empresa y generar valor solucionando problemas en la sociedad a cambio de un legítimo beneficio, o porque simplemente le resulta gratificante regalar su dinero a alguna causa que crea auténtica, pero le garantizo que Bill Gates genera un valor infinitamente mayor que con la fundación filantrópica que tiene junto a su esposa Melinda.
Sin embargo, la gran paradoja del escándalo de exponer a personalidades con un patrimonio importante, que buscan la forma de no pagar impuestos en el lugar donde viven, es que entre ellos mismos se encuentran también quienes crean o defienden la creación de estos impuestos de los que todos huyen. -A estas alturas, no vaya a pensar, por favor, que los hospitales, escuelas y carreteras son el destino natural y directo de los impuestos que el Estado cobra a su ciudadanía.
Quien está detrás de estos chantajes es nadie menos que George Soros, el magnate de origen húngaro que con su ataque a la libra en septiembre de 1992 empezó a convertirse en uno de los multimillonarios globales de inversión macro de más alto perfil. Es cierto que no es nada desdeñable establecer una estrategia de inversión para tiempos de crisis, pero provocar crisis generalizadas deliberadamente para luego invertir en ellas, como lo hace Soros, es algo muy distinto. Y para mayor desvergüenza, ahora Soros, frente a la propuesta de reforma de Donald Trump para reducir impuestos, dice que quiere pagar más impuestos, pero, eso sí, en Irlanda, donde, en 2013, pagó apenas $962 en impuestos.
En Bolivia, luego de que se estableciera una comisión parlamentaria para investigar el caso de los Panama Papers durante año y medio, se concluyó que, como el culpable de todo es Goni, se deben crear más impuestos y controles para evitar el uso de paraísos fiscales, ¿para qué, para más aeropuertos y carreteras sin uso, industrias en bancarrota y más corrupción y burocracia aún? Obviamente el efecto es el contrario al que buscan: en su resistencia a ajustarse para compensar la caída de ingresos petroleros, el Estado busca incrementar impuestos a quienes más tienen, y estos buscan protegerse cada vez más en el exterior.
Ahora, si tú también buscas protegerte, no hagas como Soros, sino con ética y de manera inteligente, tal vez como Inés Sastre, que gestiona su patrimonio familiar desde Islas Vírgenes:
Su ‘modus operandi’ es muy similar al de una hucha. Mediante un acuerdo privado, una persona deposita bienes y activos en él con la intención de que en el futuro esa misma persona u otros beneficiarios —en el caso de donaciones o herencias— recuperen el patrimonio acumulado. Durante este periodo, un gestor, en el papel de ‘trustee’, mantiene el fideicomiso o trust y administra los fondos transferidos.
Esto es sencillo, aunque -eso sí- el tiempo apremia, y la demanda y mis tarifas se incrementan.
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