Hagamos un breve resumen de los elementos necesarios para reducir lo más posible los riesgos que empiezan a ser mayores a los que se consideró en un principio.
- Buscar refugio de activos en el exterior: hace muchos años que el mattress bank dejó de ser una alternativa real para proteger activos. Hoy en día resulta indispensable buscar refugio en jurisdicciones con un mínimo de seguridad jurídica, pero además con cierto nivel de apertura al mundo.
- Considerar las jurisdicciones offshore: la seguridad jurídica ya es bastante, pero no lo es todo. La nueva jurisdicción que se elija debe contar con una serie de otros factores igualmente imprescindibles como una moneda sana, un sistema financiero sólido, un régimen fiscal sencillo y eficiente, etc. En general, las jurisdicciones que ofrecen estas posibilidades son las jurisdicciones offshore. Últimamente las jurisdicciones tradicionales para proteger activos han sufrido muchos cambios, muchos para mal, aunque mucho otros para bien.
- Es cierto que las jurisdicciones offshore son muy estigmatizadas, en parte porque es cierto que durante, por ejemplo, los años 80, fueron muy utilizadas para cometer delitos de todo tipo, sobre todo para el lavado de activos. Sin embargo, hoy en día la gran mayoría de estas jurisdicciones son más serias e incluso ofrecen muchas más garantías que las onshore, algo que es ampliamente comprobado y reconocido (aunque nunca por la prensa ni los políticos).
- No es cuestión de simplemente internacionalizar activos: el entorno internacional actual no es el más favorable. Durante los últimos 10 años la amenaza más grande fueron los bancos centrales y sus tasas de interés históricamente bajas o incluso negativas. Luego de un tiempo, esto ha ocasionado que hoy sea muy difícil lograr rentabilidades o encontrar activos refugio de calidad, pero incluso cuando hoy los nuevos desafíos implican más inflación, el fin del dinero físico, impuestos a depósitos, tasas negativas contra todo tipo de ahorro conservador (sobre todo a cuenta de ahorros y cuentas corrientes), aquel entorno aún ofrece una previsibilidad relativamente mayor que la local.
- No todo banco privado de inversión es igual: Si se ha decidido internacionalizar activos también es necesario invertirlos, pues la simple apertura de una cuenta de ahorros en cualquier banco comercial es en sí mismo un peligro, dados los máximos históricos de voracidad fiscal alrededor del globo, y más aún con bancos privados de inversión tradicionales que no sólo no han solucionado sus problemas desde 2008, sino que los han agravado.
- Considerar la opción del Offshore Banking: existen bancos privados, sobre todo de jurisdicciones offshore, que se han mantenido relativamente pequeños durante un período de tiempo más que considerable, sin entrar en conflictos de interés con gobiernos ni bancos centrales, sin exponerse a riesgos desmedidos al momento de invertir y sin deteriorar la calidad de su balance, y que, por si fuera poco, ofrecen un servicio personalizado no sólo en materia de manejo de cartera, sino también de preservación patrimonial de largo plazo mediante eficiencia fiscal, estrategias de sucesión y protección de activos.
- Crear el vehículo legal adecuado: Lo más recomendable al momento de considerar determinada jurisdicción, banco privado o gestora independiente de fondos para internacionalizar activos e invertirlos, es hacerlo mediante un vehículo jurídico y no como persona natural, aunque siempre debe ajustarse a la realidad y las necesidades específicas de cada caso. En todo caso, y aunque se suelen utilizar alrededor de seis instrumentos, una de las mayores ventajas de la privacidad es la seguridad frente a riesgos incluso de tipo extorsivo.
- Standard de Intercambio Automático de Información Financiera: Algo que jamás se debe considerar, bajo ningún motivo, es que hoy es posible lavar activos, evadir impuestos u ocultar activos de sus legítimos beneficiarios. Las reformas estructurales en materia fiscal, tributaria y bancario financiera en el mundo se han inclinado por la transparencia absoluta, y son irreversibles. Los sistemas de intercambio automático de información financiera obligan a toda entidad involucrada a informar a las autoridades impositivas del país de residencia del inversor.
- Expertos y especialistas: No todos los bancos ni despachos de abogados y contadores cuentan con el personal especializado, actualizado y debidamente calificado para la tarea de la planificación patrimonial internacional. Inclinarse por trabajar con un equipo convencional puede terminar entorpeciendo el objetivo de proteger activos en el plano internacional.
- Contar con consejeros y asesores locales especializados: contar con asesores independientes especializados en wealth management, wealth planning y asset management a nivel local o nacional es un lujo que ni los despachos de abogados, contadores, bancos privados o gestoras independientes de fondos de inversión pueden permitirse. Valorar este detalle de conocimiento y disponibilidad personalizada e inmediata resulta fundamental para la elaboración más adecuada posible de una estrategia de preservación patrimonial internacional de largo plazo.
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