A ver, ¿por qué la idea de cobrar impuestos a grandes empresas como Alphabet (Google), Facebook, Netflix, Spotify o Amazon en Bolivia, como quiere ahora el gobierno (con ayuda de los pésimos asesores económicos de la oposición) es una supina tontería?
Lo único que van hacer es encarecer el servicio para el consumidor final. Las FAANG simplemente van a trasladar ese incremento de impuestos a los precios finales, que ya están hartos de tanto impuesto.
Por otro lado, hay servicios que muchísimos emprendedores digitales, sobre todo jóvenes, desarrollan, o que incluso crean nuevas plataformas que se alojan ya en en el ecosistema de empresas como Amazon, que quebrarán o no les quedará más que refugiarse en la informalidad.
Si incrementan impuestos en Bolivia a las FAANG, dejarán fuera del mercado a muchísimos emprendedores digitales nacionales que hoy ofrecen soluciones a problemas de gente que ni siquiera conoce a cambio de un legítimo beneficio; quedarán fuera al encarecer sus costos de inversión.
Más impuestos es más informalidad, mayor precariedad laboral, mayor desempleo, mayor pobreza. Aunque, eso sí, el gobierno (que no el Estado), mostrará como acierto su capacidad de recaudación, derroche y destrucción de capital.