Claramente, si existe algún consenso en torno a las evaluaciones generales que se pueden hacer del primer año de Arce Catacora en el poder en Bolivia, es que tanto la gestión de la crisis sanitaria como de la crisis económica han sido relegadas para atender prioritariamente los planes de acumulación de poder y de persecución política.
Gestión sanitaria, solamente mejor que en Venezuela
Respecto de la crisis del Covid-19, Bolivia se ubica solamente por delante de Venezuela en la aplicación de vacunas contra el virus, que permitirían al país recuperarse más rápido y con mayor solidez.
Pero más aún, a la vez que Eva Copa, -alcaldesa de El Alto que volvió hace sólo unos meses a las filas del Movimiento al Socialismo (MAS)-, afirmó que “hay que luchar contra los antivacunas”, se ha tenido conocimiento de que a más de nueves meses del inicio de los planes de vacunación, el vicepresidente David Choquehuanca no ha recibido ni una sola dosis.
Para mayor ilustración sobre la deficiente gestión sanitaria, el régimen de Arce se apresura en extender el universo de ciudadanos que recibirán la vacuna AstraZeneca a mayores de 16 años, debido a que 20.000 de estas dosis tendrían fecha de vencimiento tan pronto como este 31 de octubre.
Una gestión económica cada vez más deficiente
La gestión de la crisis económica es aún más reprochable, pues, para empezar, de acuerdo con el Presupuesto General del Estado (PGE) 2021 se tenía planeado que el gasto público ascendiese a 3.509 millones de Euros durante la actual gestión; pero, además de que Arce no ha tenido éxito en la emisión de deuda soberana por 2567 millones de Euros con los que pretendía financiar parte de este gasto; tampoco se tiene conocimiento sobre el avance de la ejecución del PGE 2021 a tan sólo un par de meses y medio de terminar el año, y en una época en la que se tendrían que conocer los primeros borradores del PGE 2022.
Sin embargo, el hecho de que las cosas no hayan volado por los aires en los primeros 12 meses de Arce en el cargo no significa que todo esté bien. Basta valorar los escenarios de devaluación cambiaria, una corrida bancaria, una crecida de los conflictos ciudadanos, protestas callejeras y huelgas generales (que se han observado en las últimas semanas), para afirmar que la economía se deteriora con cada día que pasa, como advierten -aunque tímidamente- las agencias internacionales calificadoras de riesgo.
La prioridad es seguir acumulando el poder
De esta manera, y hasta el momento, Arce lleva una cuenta de 45 detenidos políticos, 229 perseguidos. Entre ellos se encuentra el caso de Mario “Tonchy” Bascopé, integrante de la Resistencia Juvenil Cochala, que primero fue detenido bajo acusación de haber pintado una pared y acaba de ser sentenciado a 10 años de cárcel por supuestamente estar vinculado a un caso de narcotráfico en 2015 en el que no se ha demostrado su participación.
Pues así como el Coronel Javier Vaca Julio no estuvo implicado en las muertes de la zona sur por las que se le acusó, Bascopé tampoco tiene vínculos con el narcotráfico, como han afirmado los abogados Jorge Valda y Martín Camacho.
De acuerdo con Valda y Camacho, se han violentado tantos principios jurídicos, que esto “ha sobrepasado cualquier capacidad de entrar en razón”.
Fallece el primer preso político del régimen
Ya se había advertido en numerosas ocasiones que, por ejemplo, la expresidente Jeanine Áñez, que guarda prisión preventiva por más de 7 meses, y que hoy se encuentra a la espera la decisión para ver si enfrentará un juicio ordinario y no en su calidad de ex mandataria, enfrenta un cuadro muy deteriorado de su salud, con trastorno depresivo severo, hipertensión arterial sistémica y gastritis crónica, entre otros.
Ignorando las advertencias sobre lo que podría pasar con el fallecimiento de un inocente detenido, ahora ha fallecido Javier Vaca, Coronel de policía acusado de ser parte del supuesto golpe contra Morales en 2019, porque en ese entonces era el comandante de la Policía de la zona sur de La Paz.
Una situación que agrava la crisis
Esto puede traer consecuencias muy serias para el régimen de Arce, sobre todo al momento de enfrentarse a la Comunidad Internacional cuando solicita la condonación de deuda multilateral, o bien cuando requiera recursos urgentes para encarar cualquier eventualidad ante un organismo como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
No hay que olvidar que instituciones como Human Rights Watch han solicitado al FMI que incluya cláusulas de respeto por los Derechos Humanos en los acuerdos con los países con los que colabora económicamente.
El asunto podría tocar a la Bolivia de Arce, con lo cual, el jefe de estado podría empezar a encarar una encrucijada muy difícil de resolver. De hecho, la reciente nominación de Áñez al Premio Sajarov del Parlamento Europeo ha llamado suficiente atención de la Comunidad Internacional en este sentido, y es de esperar que se actúe en consecuencia.