En los últimos dos años, a raíz de la manera en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pretendió lidiar con la pandemia del Covid-19, todos hemos sido testigos de los más grandes abusos estatales extremos sobre la población civil como probablemente la gran mayoría de ciudadanos alrededor del mundo nunca imaginaron que verían en sus vidas.
Es cierto que ahora mismo en China se vuelven a ver encierros masivos y forzosos por un virus obstinado en existir, y la recuperación de la economía global se desacelera todavía más, pero aún así, menos por ahora, probablemente lo peor de la pandemia es cosa del pasado a estas alturas. Sin embargo, muchas de las medidas más abusivas que se implementaron desde febrero o marzo de 2020 alrededor del mundo siguen en pie. Es decir, los riesgos políticos y económicos persisten.
Para nadie resulta sorpresivo que la gran mayoría de gobiernos aprovecharon de la crisis sanitaria global para incrementar los controles sobre su ciudadanía pisoteando sus derechos individuales de propiedades privada, y que pretendan mantenerlos más allá de la crisis.
Pero tampoco es extraño que los gobiernos tengan el objetivo de controlar a la ciudadanía con cada crisis que se presenta o que ellos mismos crean. Por eso se calcula que más del 9% del Producto Interno Bruto del mundo se encuentra en cuentas de jurisdicciones offshore para protegerse de riesgos políticos y económicos, porque sirven como refugio antes que nada.
Ahora bien, si estás pensando en recurrir a una de estas jurisdicciones para proteger tu patrimonio y el de tu familia a largo plazo (durante generaciones) para no cometer errores como los del pasado reciente por subestimar la naturaleza del Estado, es importante tomar en cuenta que no toda jurisdicción offshore es buena por el solo hecho de serlo. Hay unas jurisdicciones que son mejores que otras para la preservación de activos.
Suiza, por ejemplo, es una de las mejores jurisdicciones offshore. Aunque no se trata de la jurisdicción más grande ni importante del mundo, alberga un tercio del patrimonio mundial offshore. No es como en el pasado cuando no compartía información financiera confidencial con el gobierno de ningún otro país, pero para ciertos aspectos concretos sí que lo sigue siendo.
Está de más decir que Suiza es uno de los países más ricos del mundo según su PIB per cápita, y tiene la mayor riqueza por adulto de cualquier país del mundo. Es uno de los países más libres y con una de las economías más competitivas del mundo gracias fundamentalmente a su larga, amplia y fuerte tradición de respeto institucional por los derechos individuales de propiedad privada, su Constitución, su estabilidad económica y política, y más aún su descentralización administrativa y su principio de subsidiariedad. Esto no es fácil conseguir en el mundo, por eso quienes invierten allá, sobre todo con filosofía de refugio y preservación a largo plazo, pueden estar más tranquilos que en su país de residencia.
Suiza ha demostrado ser una jurisdicción sólida en entornos de guerra, golpes de Estado, severas recesiones económicas, cambios dramáticos de regímenes en países vecinos, etc. de manera sobrada, pero ahora mismo los inversores se están preguntan si en el entorno actual se mantendrá igual o el momento de un cambio histórico podría más bien estar cerca.
Lo cierto es que no hay garantías absolutas sobre nada en ningún lugar. La naturaleza del Estado es la misma en todo lugar. Todo se traduce en un juego de probabilidades. Sin embargo, Suiza es tan especial justamente porque es un caso extraordinario donde ningún gobierno centralizado o rey jamás ha estado por encima del pueblo. En cambio, siempre se han gobernado de forma descentralizada en municipios y cantones.
Es decir, en Suiza el Estado no es tan poderoso como en otras jurisdicciones. Antes que nada, Suiza es una nación definida por voluntad propia, es un país fundado sobre una historia de independencia y neutralidad civilizadamente armada. Es un lugar con un territorio muy pequeño donde se hablan diferentes idiomas, conviven diferentes culturas y coexisten diferentes religiones. Es un lugar tradicionalmente conocido como de tolerancia, como un lugar que acoge y entretiene diferentes ideas.
Hoy en día Suiza es, muy probablemente, uno de los países más nutridos en el mundo en la oferta de servicios de banca privada, Family Office, estructura legal adecuada, offshore wealth management, etc. Dependiendo de algunos requisitos esecíficos que los clientes deben cumplir de acuerdo a su país de reisdencia, se pueden abrir al menos siete tipos de cuentas offshore, tanto corporativas como personales, y para preservar tanto activos físicos (metales preciosos, por ejemplo) como financieros. La mínima recomendación posible es que contacte con asesores expertos debidamente acreditados, tanto legales, como contables y financieros, que ofrezcan una guía personalizada para alcanzar sus objetivos.
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