A pedido del propio Gobierno de Luis Arce Catacora y el anterior de Evo Morales, son ya varios organismos internacionales como la OEA, la Unión Europea, la Iglesia Católica, el GIEI, la ONU, la CIDH y, de manera más reciente también Estados Unidos, que no sólo han corroborado el monumental fraude de finales de 2019, sino además el hecho de que en Bolivia no existe Estado de Derecho, que el Poder Ejecutivo y el Legislativo en manos del Movimiento al Socialismo (MAS) tiene sometido al Poder Judicial.
En días recientes se tuvo conocimiento de la filtración de un documento de audio -de entre ya muchos otros que han puesto ya sea al Gobierno de Arce, a su partido o a Evo Morales en aprietos- que revela la manera en que al menos nueve legisladores, dirigentes del MAS y hasta un gobernador sostuvieron reuniones para designar jueces en el país en noviembre de 2021.
En esta grabación se escucha a Marvin Molina, presidente del Consejo de la Magistratura, pedir la unidad entre seguidores de Morales y partidarios de Arce para encarar las elecciones judiciales de 2023, con el objetivo de controlar el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional Plurinacional.
En principio la reacción de Molina sobre el audio fue la negación. Dijo que había descontextualizado, que lo único que había sucedido en aquella reunión habían sido interrogantes y comentarios sin ninguna mala intención, que el audio puede ser interpretado como si hubiera una campaña nacional para la designación de jueces, “pero nada que ver”.
Más aún, la exigencia tanto de miembros de la Magistratura, legisladores opositores y miembros del propio MAS para que Molina presente su dimisión, solamente lograron que reconozca haber cometido un error que no señala y pedir “mil disculpas por ello”, pero no presentó dimisión alguna.
Luego de una presión creciente desde distintos frentes, Marvin Molina presentó su renuncia a la presidencia del Consejo de la Magistratura este miércoles, pero no renunció como consejero. No obstante, tan pronto como este jueves, 468 jueces transitorios que se postulan al cargo de jueces decidieron retirar sus postulaciones en busca de credibilidad institucional y mientras Molina no renuncie totalmente a sus funciones en un plazo de 24 horas.
Morales reconoce su responsabilidad en el operativo del hotel Las Américas
Por su lado, a la vez que pretende permanecer vigente y no pasar desapercibido con asuntos concretos tan graves como el del “cuoteo” de cargos en el Poder Judicial, Evo Morales ha exigido una investigación al respecto y además ha dicho desde sus redes sociales:
«Las denuncias de corrupción, narcotráfico y cuoteo de cargos en la justicia perjudican a nuestro gobierno conducido por los hermanos Lucho y David. Pero algunos ministros, en vez de hacer gestión y luchar contra la corrupción se dedican a perseguir a la dirigencia del MAS-IPSP».
Y además agregó: “Lamento mucho que el Ministerio de Justicia se convierta en una fiscalía paralela para manipular políticamente. Trató de encubrir la corrupción en ABC y hace lo mismo con la denuncia de cuoteo en la justicia. Pero contra el MAS-IPSP usa cartas falsas para tratar de proscribirnos”.
No obstante, Morales permanece vigente también por otros problemas todavía más serios con los que no quisiera estar involucrado, porque lo afectan directamente y porque exacerban la impotencia que destila en su agónica decadencia política.
El jefe cocalero sabe que Arce ha decidido no proscribirlo, o al menos no todavía, por eso ha tenido el tupé, y además en un tono soberbio y prepotente, de reafirmarse en su responsabilidad sobre el operativo del hotel Las Américas en 2009, donde las fuerzas del Estado Plurinacional, bajo órdenes del propio Morales, torturaron y ejecutaron extrajudicialmente a mercenarios extranjeros y bolivianos.
Morales ha dicho recientemente sobre el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): “Ante tanto ataque y mentira tenemos derecho a decir la verdad y aclarar. No me arrepiento de haber defendido la integridad de nuestra Patria. Si fuera necesario, lo volveríamos a hacer. Cueste lo que cueste. Si por eso nos van a procesar, que nos procesen”.
Ha quedado al descubierto un hecho más de manipulación e intromisión en la Justicia en Bolivia, entre otros cientos que ha habido y se ha denunciado, pero lo más grave aún es que ante las denuncias permanentes de este tipo de delitos es que también se observa la impunidad permanente de todo aquel que comulgue con la religión del MAS, sin importar la gravedad del delito, y aunque el partido se encuentra más dividido que nunca.
Columna originalmente publicada en La Gaceta de la Ibersosfera, el 7 de octubre de 2022.
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