Es el turno de Portugal en la crisis del euro. El Parlamento portugués acaba de rechazar el plan de austeridad presentado por su primer ministro José Sócrates, lo que le ha provocado su dimisión. Ahora, el escenario para este país es el de la solicitud de rescate financiero por parte de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Hace un tiempo explicamos que el problema con los PIIGS y la Unión Europea tiene que ver con la política de dinero fácil del Banco Central Europeo, y no necesariamente con el hecho de que estos países compartiesen moneda, pues esto imposibilitó que cada gobierno iniciara una carrera de devaluación de monedas domésticas, mala práctica que tan bien conocemos los latinoamericanos, y que bien sabemos que no solo posterga los problemas a futuro, sino que se trata de medidas que se concentran en las consecuencias, mas no en las causas del problema.
Con la idea de estimular el debate, sugerimos por otro medio la lectura del reciente libro de Philipp Bagus (prologado por Jesús Huerta de Soto), La Tragedia del Euro. Aunque aún no revisamos el argumento de Bagus -el cual parecería apuntar a que el euro fue adoptado para acabar con el marco alemán y así deshacerse de la disciplina del Bundesbank para lograr mayor centralización política- el libro permite abrir un debate igualmente importante sobre lo que podría suceder si, como dijimos, cada uno de los países que comparten el euro volviera a adoptar la moneda doméstica, qué hubiese sucedido si la Unión hubiese adoptado el marco como moneda común, o qué sucedería hoy si fuese Alemania la que abandone el euro.
Lo cierto es que el “pacto por el euro”, que nació como fruto de la última cumbre extraordinaria de la Unión el pasado 11 y 12 de marzo, aunque podría dar paso a reformas como el aumento de la edad de jubilación o la reforma del mercado laboral, aún no apunta al sistema de banca central como causa, y tampoco soluciona el problema, sino que lo posterga mientras la deuda sigue creciendo para más tarde traducirse en un mayor colapso.
Pero otro tipo de preguntas podrían también ser pertinentes: ¿Qué hubiese sucedido si Grecia hubiese quebrado hace un año, representando tan sólo un 3 por ciento del Producto Interno Bruto de la economía del euro? ¿No hubiese sido saludable para el euro y para todos? ¿Irlanda, España y Portugal no hubiesen realizado mucho antes las mismas reformas que el “pacto por el euro” busca hoy?
¿Cuántas de estas preguntas pasarán hoy por la cabeza de José Sócrates?
Precisamente, acaba de publicarse el prólogo de Huerta de Soto como un artículo sobre el euro y los argumentos de Bagus http://bit.ly/g4ACfi.
Lo que Huerta de Soto demuestra es que el concepto de la tragedia de los comunes, que aplicó al caso de la banca de reserva fraccionaria, también es aplicable al Eurosistema, en el que diferentes gobiernos europeos pueden explotar el valor de la moneda única.
Y aunque desde el mainstream, también vale destacar la lectura de otro importante liberal español como es Xavier Sala-i-Martin http://bit.ly/fIvoCE
Ciertamente, la importancia de analizar la moneda desde este punto de vista no es menor, pues también habrá que observar el crecimiento de la economía latinoamericana y la relación que sostiene con distintas monedas nacionalizadas.