Bloomberg acaba de dar conocer un dato muy interesante sobre las condiciones de financiamiento en América Latina durante 2022, aunque no es sorpresa porque ya viene sucediendo hace varios meses, pero esta perspectiva mejora el análisis: los gobiernos latinoamericanos han podido colocar solamente $21,6 mil millones en deuda denominada en dólares, euros o yenes durante 2022 hasta el 4 de agosto, es decir, una caída del 61% en comparación con el mismo período de 2021.
Se trata de la desaceleración más importante que se haya observado en cualquier región de economías emergentes, a medida que la gran mayoría de los bancos centrales alrededor del mundo tratan de evitar mayores costos de endeudamiento (incremento de tasas) por la lucha contra la inflación principalmente de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo.
Para mayor preocupación de los gobiernos latinoamericanos mal acostumbrados a incrementar el gasto público tanto en tiempos de auge como de recesión, dados los datos últimos datos de empleo en EEUU muestran que se ha alcanzado niveles pre pandemia, y que, por tanto, harían suponer que la recueración de la economía no podría estar en mejores condiciones y que la recesión ni siquiera está cerca, es de esperarse que la Reserva Federal continúe incrementando las tasas de interés al menos en lo que resta del año.
Por cierto, durante la Gran Recesión y la política de tasas extraordinariamente bajas y Quantitative Easing sin límites de la Fed, efectivamente, los capitales se refugiaron en economías emergentes a pesar del riesgo. Sin embargo, si acaso EEUU volviera a entrar en recesión pronto, ¿volvería a suceder lo mismo?
En definitiva, así como bien dice el viejo refran, “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, nunca es tarde para que América Latina finalmente asuma sus deberes ante el agravamiento de un problema de falta de financiamiento, exceso de gasto, acumulación de deuda y déficit, e incremento permanente de la inflación, que no va a desvancerse sus distintos gobiernos se resistan a realizar ajustes y más aún realizar reformas. Eso sí, cuanto más tarden en hacerlo más difícil de sobrellevar serán lconsecuencias.
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