Largo plazo en tech y commodities

Después de un terrible primer trimestre con caídas históricas en bolsa es importante destacar que es posible lograr rentabilidades en los entornos más complicados y de máxima volatilidad en los mercados, y sobre todo ahora que hay mucha más calma que hace unas semanas.

Esta vez no volveremos a hablar de la rentabilidad de más del 4.000% que el hedge fund de Nassim N. Taleb logró en el primer trimestre, ni de cómo luego de entrar en pánico en una entrevista telefónica por las consecuencias que veía que la pandemia traería sobre la economía, Bill Ackman convirtió $27 millones en $2.600 millones solamente en marzo. 

De lo que vamos a hablar ahora es de algo más cercano a nuestras posibilidades, de una estrategia que está dando claros resultados positivos, que es una posible posición combinada con algo de tecnología y de materias primas en el portafolio.

Por ejemplo, quienes hayan invertido en salud, sistemas de venta online, biotecnología o tecnología en general, han visto cómo la recuperación del Nasdaq desde mínimos y máxima volatilidad ha sido ya casi del 40%. Y ya ni nos referimos al rendimiento de las FAANG (o FAMG, que reemplaza Netflix con Microsoft); Facebook se ha disparado esta semana con su el lanzamiento de su Facebook Shops.

También ha habido algunos sectores igualmente interesantes o incluso más, como la renta variable en el sector de materias primas, en empresas del rubro del oro, plata, uranio, cobre y petróleo, por ejemplo.

Hay fondos especializados en renta variable del sector de materias primas que para quienes entraron al mercado a invertir en marzo, durante lo peor de la crisis, solamente en abril han hecho más de un 20% frente a apenas el 2.3% en promedio que ha hecho el sector con el mismo método de inversión.

Esto puede estar sorprendiendo a muchos, porque el método de inversión que está logrando dichas rentabilidades es el del value investing, que si bien es generalmente considerado como el método de inversión más seguro y rentable a largo plazo, la ha estado pasando muy mal al menos durante los últimos siete años, siendo superado por un método mucho más enfocado en el growth investing, aunque también hay de los que dicen que no tiene por qué representar un método alternativo al value, sino que ambos son, en realidad, complementarios. 

Sin embargo, el momento para el value parece estar llegando, al menos juzgando porque algunos fondos especializados únicamente en materias primas han visto rentabilidades durante el mismo mes de abril, de hasta un 27%. Y no sólo eso, sino que, considerando, que también es muy importante el potencial de revalorización desde las caídas históricas recientes del West Texas Intermediate: la tormenta que ha habido en todos los commodities en general, los ha dejado en el punto más bajo de los últimos 50 años.

No obstante, con estos datos resulta igualmente importante guardar cautela también con determinadas tesis de inversión con todo lo mencionado. Por ejemplo, muchos se han aventurado a mirar nuevamente los emergentes sin discriminar, basado en la idea de que como la economía estadounidense estaría entrando en recesión y empieza a devaluar su moneda a niveles históricos, los grandes capitales volverán a zonas geográficas como América Latina que típicamente exporta materias primas, pero la sola recuperación del precio de los commodities no es motivo suficiente para entrar de lleno a invertir allí esta vez.

Haciendo un breve repaso por algunas economías concretas de la región:

  • Hoy en día Venezuela importa gasolina y su economía está totalmente destruida y sumida en la hiperinflación. 
  • Argentina declara el default esta misma tarde sobre un bonos de $500 millones.
  • Brasil empieza a convertirse en el segundo caso más graves con contagios y fallecidos durante la pandemia, y empieza a sufrir una crisis política profunda que amenaza las reformas económicas estructurales trazadas al inicio del gobierno de Bolsonaro. 
  • México tiene también un nivel de infecciones y fallecidos por Coronavirus que llama la atención, en medio de una crisis económica que arrastra ya al menos desde 2019. 
  • Ecuador tendrá problemas todavía mayores a los que ha sufrido también durante 2019, con la caída de los precios del petróleo, que como diría Carmen Reinhart, nueva economista jefe del Banco Mundial, se traduce en haber recibido “el beso de la muerte”. 
  • Tal vez haya más oportunidades en un país como Chile, que parece estar manejando muy bien la crisis de la pandemia y, paradójicamente, recibiendo un respiro de todos los intentos que ha habido desde fines de 2019 por derrocar al gobierno de Piñera para instalar una Constituyente que podría romper con toda la fortaleza institucional construida durante décadas. Nada está dicho aún. A guardar cautela. 

Pero volviendo la posición de cartera con un determinado método de inversión, nadie debe olvidar aquella máxima de be fearful when others are greedy, and be greedy when others are fearful. Tal vez muchos lo vean sencillo en teoría, y es lo correcto, porque es importante tener esa claridad sobre aquello en lo que consiste determinado método de inversión, pero no hay que subestimar ninguno, porque no es fácil.

Probablemente la combinación de inversión value y growth en sectores cíclicos y tecnología no es la más común, y desde luego que falta mucho para recuperar la rentabilidad perdida del primer trimestre, pero el panorama sobre todo de largo plazo parece estar cada vez más claro con cada día que pasa: sector tecnológico o Nasdaq en general, y commodities como el mencionado oro, la plata, uranio, cobre y, desde luego, petróleo.

Finalmente, no es menos importante tener en cuenta que para lograr las mayores rentabilidades no es necesario incrementar el riesgo al mismo tiempo, sino muchas veces tener más paciencia. 

Muchos lo han vendido todo durante la volatilidad de marzo materializando pérdidas, y puede que hayan hecho muy bien, pero también les han quitado la oportunidad a sus gestores de demostrar que por mucho tiempo que haya pasado desde su inversión inicial, han terminado demostrando su tesis de inversión inicial logrando rentabilidades muy superiores al promedio del mercado.

Para evitar esto es sumamente importante mantenerse siempre invertido, no vender materializando pérdidas, estar muy seguro de las acciones o los fondos en los que se está invirtiendo, y muy clara la tesis de inversión de su gestor de fondos, y no ceder a las emociones de corto plazo condicionadas por la volatilidad.