No es mi interés -en absoluto- defender a García Linera y sus declaraciones sobre una hipotética devaluación, pero los ‘grandes expertos’ siguen pensando que el tipo de cambio tiene que ver solamente con precios relativos, y no con la economía real doméstica también. ¡Triste!
Sin embargo, lo que dice Álvaro García Linera no está del todo mal si se le añade un matiz: el valor de los activos de consumo duradero (como los inmobiliarios) en Bolivia está inflado por una serie de factores, fundamentalmente por la nacionalización monetaria y el crédito artificialmente barato. Si hay devaluación de la moneda nacional, el valor (que no el precio) de aquellos activos sí caerá a niveles reales.
Esta discusión surgió en relación a los datos del PIB, por ejemplo, cuyo problema no es simplemente contable y de medición, sino que han inflado el crecimiento en sí mismo. Sobre esto ya hablé en No sólo cocinan los datos del PIB.
Por eso es necesario ver también las cosas con perspectiva. La discusión sobre las consecuencias que tendría una devaluación, insisto, superan los aspectos simplemente contables y de precios relativos. Sobre esto ya me extendí en, por ejemplo, Cuestionando el PIB y el IPC.
Simplemente, no hay burbuja que dure cien años.
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