Este fin de semana ha sucedido algo extraordinario en Chile: la ciudadanía ha decidido rechazar el nuevo proyecto de Constitución para imponer un Estado Plurinacional, con una aplastante mayoría.
Esto se ha traducido en una derrota sin precedentes para la extrema izquierda no sólo en Chile, sino en la región, la misma que le manifestó su apoyo a Gabriel Boric al iniciar su mandato: la opción del Apruebo en el plebiscito constitucional de salida ha recibido menos de la mitad de votos que los que recibió en el de entrada, a la vez que la cantidad de votos que rechazaron el nuevo texto constitucional ha sido mayor que la cantidad de votos que hicieron presidente a Boric.
No vamos a abordar la larga serie de motivos por los que los que el Rechazo superó al Apruebo por un 61% a 38%, pero lo que podemos decir es que lo que han evitado es que allá se imponga un modelo como el boliviano, en el que el Estado tiene el objetivo de apropiarse de todo excedente económico generado en su territorio, al menos de acuerdo a la perla que Arce Catacora ha soltado recientemente en una conferencia en Brasil sobre el modelo económico que impuso ya en 2006 y que consolidó con la nueva Constitución de 2009.
Pues, en consecuencia, y dado que los creadores del Estado Plurinacional de Bolivia se encuentran entre los principales asesores de Gabriel Boric en Chile, el capital que ha huido entre el estallido de finales de 2019 y los resultados de la primera vuelta de las elecciones generales de 2021, ha sido de al menos $50 mil millones. Luego la suma siguió creciendo.
Lamentablemente, por mucho que la extrema izquierda de América Latina haya fracasado en Chile, las amenazas a la propiedad privada persistirán al menos durante los próximos dos años debido a que los chilenos aún se muestran a favor de una nueva Constitución.
Por si fuera poco, los chilenos todavía tienen que lidiar con el avanzado deterioro del cuadro macroeconómico de su país, con una inflación anualizada de dos dígitos (13,1%) que crece al mayor ritmo de la región luego de Argentina y Venezuela, y una pronta recesión.
Ahora bien, es cierto que fuera de lugares como Chile o Bolivia, o incluso América Latina en su conjunto, las cosas no son radicalmente distintas. Ahora mismo la economía global se enfrenta a una muy probable estanflación y mayor inestabilidad política y social en consecuencia. De hecho, y solamente como uno de muchos indicadores que adelantan la recesión, el Purchasing Managers’ Index (PMI) mundial ha ingresado en terreno negativo por primera vez desde 2020.
Más aún, los mercados se recuperan tímidamente luego de que no se hubiera visto nunca desde 1976 un peor inicio de año para un portafolio de 60% de acciones y 40% de bonos, frente a los temores de recesión y las advertencias de Jerome Powell desde Jackson Hole, al haber afirmado que el incremento de tasas de interés para combatir la inflación no se detendrá “hasta que el trabajo esté terminado”.
Sin embargo, desde luego que existen alternativas para los capitales en busca de refugio alrededor del globo, y tanto en términos de seguridad como de rentabilidad. Por ejemplo, el siguiente fondo de inversión, que está representado por la línea superior, es solamente uno de muchos otros que están alcanzando rentabilidades extraordinarias de manera sostenida, además superando ampliamente a su índice de referencia representado por la línea inferior.
Siempre es importante dejar claro que las rentabilidades pasadas no constituyen garantía alguna de las rentabilidades futuras, pero también resulta muy valioso destacar que, entre otros aspectos, este fondo ha alcanzado una rentabilidad acumulada del 38,1% desde su apertura a inicios de 2015, frente a la rentabilidad del 3,59% del índice de referencia.
En definitiva, por supuesto que es posible encontrar refugio en lugares donde se genera valor, y no a pesar del entorno de muy alta incertidumbre y volatilidad, sino gracias a ellas.
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