Los problemas que se han registrado los últimos tres meses han fundamentalmente políticos, que han generado tensión en renta fija. Al mismo tiempo, aunque hubo muchos temores y advertencias por una guerra comercial global, estos se han disipado. Y los emergentes no sólo que no han terminado de profundizar su crisis, sino que, además, siguen observando escapadas de capitales fundamentalmente hacia EEUU.
- EEUU continúa con crecimiento económico y bursátil al alza, más aún habiendo confirmado, luego de semanas de negociaciones con tarifas de por medio, acuerdos por un nuevo TLCAN. Sin embargo, las elecciones del 6 de noviembre ciernen incertidumbre. Los dos escenarios más probables y que el mercado descuenta, son a) que los demócratas ganen la mayoría en la Cámara de Representantes y que los republicanos continúen controlando el Senado; y b) que los republicanos pierdan la Cámara Baja pero consigan la supermayoría en el Senado. Esto podría significar una eventual desaceleración económica para los próximos dos años, dado que esta división frenaría nuevas bajadas de impuestos y recortes de gastos, lo que recaería en mayores dificultades con la deuda. Veremos.
- La Eurozona ya venía desacelerándose hace tres meses, aunque sin perspectivas de crisis. No obstante, los problemas de deuda soberana resurgen de la mano de Italia, la cuarta economía de la eurozona, con líderes populistas que desoyen fundamentalmente las exigencias de Bruselas sobre el déficit. La gravedad del asunto lleva a pensar que, de con el abandono de las reformas estructurales y a tal ritmo, Italia se convierta eventualmente en una nueva Grecia, donde la banca del resto de la Unión tiene una exposición severamente riesgosa con un factor imposible con un factor que no pueden controlar, como el político.
- Turquía: la inflación anual acumulada ha alcanzado el 71% en septiembre. La situación del país de Erdogan con Catar, quien proveyó de liquidez en calidad de emergencia el pasado agosto, es muy similar a la de Argentina con el FMI, puesto que no se ha sabido nada de ajustes ni reformas en un escenario de continua apreciación del dólar, incremento de tasas por parte de la Fed y reducción decidida de su balance. Con esto no hay garantía alguna para que la inestabilidad global que Turquía causó hace menos de tres meses, no retorne más aún si este tiempo no ha servido para el conjunto de emergentes a asumir sus deberes en el mismo sentido.
- Argentina: en los últimos días el préstamo de $50.000 MM del FMI ha servido únicamente para estabilizar el dólar y no para financiar la transición de un modelo a otro. Esto le ha costado el cargo como titular del BCRA a Luis Caputo, y la solicitud de adelanto de parte del préstamo programado para 2019 de $7.000 millones. Así, la situación en Argentina todavía preocupa y mucho, puesto que no se observa ajuste alguno ni mucho menos reforma, por lo que la estabilidad del dólar podría durar poco. En el entretanto, Nicolás Dujovne ha anunciado que la recesión en Argentina recién empieza, manteniendo inflación de casi el 60% al cerrar la gestión, con tasas al 70%, sin inversiones y con récord de deuda pública y presión fiscal.
- Brasil: los últimos días de campaña electoral han observado a Haddad, candidato de Lula, caer y situarse detrás de Bolsonaro, mientras éste ha incrementado su intención de voto. Si Bolsonaro gana las elecciones es importante tomar en cuenta que ha prometido ajustes traducidos en el cierre de algunas empresas estatales y la privatización de otras, además del recorte de varios ministerios que considera innecesarios. Todo ajuste y reforma estructural consecuente es bienvenida, pero todo tiene un precio: las perspectivas en Brasil no son favorables en el corto plazo.
- Commodities: El petróleo WTI está cotizando a $75, que son máximos de cuatro años, en la expectativa de las sanciones contra Irán, que entrarían en vigencia la próxima semana. No obstante, no parece haber consenso sobre su tendencia hacia 2019: mientras no pocos (entre ellos la OPEP) se preparan para que la cotización alcance los $100 en 2019 de manera inminente, otros como Goldman Sachs aseguran que Irán no es catalizador suficiente para impulsar los precios por encima de los $70.
En Bolivia hay un elemento al que finalmente hay que prestar especial atención en este periodo del año: el déficit fiscal, que se sostiene por quinto año consecutivo, y que ya habría superado el 8%. Este periodo del año es particularmente delicado porque es el momento en que empiezan a proyectarse tanto las cifras de ejecución presupuestaria anual, así como a elaborarse el PGE 2019. La situación es tan delicada que este trimestre registra la última oportunidad para comenzar con ajustes de manera decidida.
- Aparentemente el déficit es causado mayoritariamente por el conjunto de las empresas públicas, aunque ya se ha advertido que habría modificaciones en las tarifas de gas y electricidad “para no seguir dañando al TGN”, sobre todo en el oriente del país.
- Aunque lo anterior estaría orientado en la dirección correcta, el diagnóstico de la desaceleración permanece equivocado en la falta de ingresos y no en el exceso de gastos. Por tanto, los esfuerzos se están concentrando en demasiados proyectos forzosos, apresurados e improvisados, como el del etanol, que agravan las perspectivas de recuperación hacia la siguiente gestión.
- De la misma forma, es fundamental evaluar la capacidad real que tiene el país de exportar gas a Brasil y Argentina, y además de renegociar contratos para el efecto, y solamente luego observar el precio de petróleo anual promedio que estiman y establecerán para el PGE 2019.
- A esto se suma la permanente caída de la reservas del BCB, que en septiembre cayeron por debajo de los $9.000 millones. ¿Cuál es el nivel óptimo de reservas calculado para Bolivia? $8.500 millones. ¿Qué tan cerca estamos de una devaluación cambiaria?
- Si la Inversión Extranjera Directa no ha llegado ni a cuentagotas en los últimos años, mucho menos llegará con la respuesta de Bolivia sobre el fallo de La Haya, que denota que el respeto por el orden institucional es nulo incluso a nivel internacional. Bolivia podría quedar aislada incluso ante un eventual grito de auxilio financiero internacional.
- En este sentido, es importante observar no sólo cualquier pretensión de sostener ingresos por medio de incrementos de impuestos y deuda pública, o incluso la confiscación de presupuestos las administraciones departamentales, municipales y universitarias, sino también mediante la confiscación de los aportes administrados por la AFP, a través del arranque de la Gestora Pública de Pensiones.
- Finalmente, por si fuera poco, hay que esperar la confirmación del pago del doble aguinaldo anunciado para los próximos días. Aunque el mercado lo tenga descontado, resulta fundamental en este período.
Para los inversores a largo plazo el retorno a la normalidad orquestada por la Reserva Federal incrementando tasas es inconfundiblemente positivo, pero todo tiene su precio, y hay que tener cautela con la renta fija gubernamental: “once the toothpaste is out of the tube, it is really hard to put it back in again.”
- Lo que advierten algunos como Ray Dalio, Warren Buffett y Howard Marks: la deuda global acaba de alcanzar los $182 billones, casi un 60% por encima de la registrada en 2007, un incremento a una velocidad y unos niveles que nunca antes se habían visto gracias a las tasas de referencia extraordinariamente bajas durante diez años: el volumen de las emisiones de renta fija a tasas negativas es del 15%.
- Dos ejemplos: a) Bill Gross, considerado como el mejor inversor en renta fija desde su trabajo con PIMCO, perdió un 3% en un sólo día con la reciente inestabilidad política en Italia; b) los bonos alemanes están entre los más seguros, pero para empezar a obtener rentabilidades positivas de apenas un 0,43% no es recomendable comprar a menos de 10 años.
Balance al segundo trimestre 2018
Balance económico primer trimestre 2018
Balance al 2017 y perspectivas 2018
Balance al tercer trimestre 2017
Evaluación económica al segundo trimestre 2017
Evaluación económica del primer trimestre 2017